Los checos aprenderán a comer insectos
La Administración Veterinaria quiere propagar en Chequia la cría de insectos como producto de alimentación. Este año elaborarán las normas de ese tipo de cría.
Zbyněk Semerád, director general de la Administración Veterinaria destacó este tema al hablar de las tareas de su institución para este año.
”Entre las tareas fundamentales figura el mantener el alto estatuto internacional que tiene la República Checa en el tema de las garantías de la alta calidad y salubridad de los alimentos de origen animal que se venden en el mercado local, y la protección de los consumidores. Además, lo que es nuevo en este país, es la cría y procesamiento de los insectos como producto alimentario”.
Para los inspectores veterinarios eso significará que, además de realizar controles de las condiciones y la calidad de cría en las granjas porcinas y avícolas, tendrán que supervisar igualmente los criaderos de insectos comestibles. El número de checos que desean emprender en la cría de grillos, gusanos, orugas o diversos tipos de escarabajos comestibles se va incrementando.Esto se debe sobre todo a las nuevas tendencias en la alimentación sana, que se registran en la Unión Europea. Los insectos comestibles son calificados de alimento nuevo, rico en proteínas, que en el futuro podría ayudar a combatir el hambre en el mundo entero.
Sin embargo, según explicó Jan Váña, director del departamento de Higiene Veterinaria, las nuevas tendencias en la alimentación deben tener su marco, que esté plasmado en las normas legislativas para el sector alimentario.
”Cada alimento nuevo debe ser aprobado primero por la Comisión Europea que se basa en su decisión en un detallado estudio de los eventuales riesgos que pueda conllevar su consumo. Según tenemos información, ya han sido presentadas las primeras solicitudes a las instituciones comunitarias para determinar los eventuales peligros del consumo de insectos. O sea que la publicación de esa información es sólo cuestión de tiempo”.
Se espera que la Comisión Europea permita el aprovechamiento legítimo de algunos insectos como materia prima alimentaria, incluyéndolos en la lista de productos de origen animal. La Administración Veterinaria checa prepara por ello ciertos cambios legislativos en este sector, indicó Váña.
”Preparamos cambios en la Ley Veterinaria, determinando que los insectos representan un grupo de animales de cría, a la que serán aplicadas las mismas normas que en el caso de otros animales criados para el sector alimentario. En vista de que la fabricación de alimentos en base a los insectos abarca el procesamiento de productos de origen animal, lo cual debe ser aprobado previamente por las instituciones competentes, la enmienda a la Ley Veterinaria implicará que la persona que quiera dedicarse a esta labor tendrá que contar con un permiso oficial previo”.El Ministerio de Agricultura prepara un manual para esas personas. Se basa en la experiencia de algunas granjas de países comunitarios que ya se dedican a la cría de insectos comestibles.
Un permiso especial para este tipo de negocio no lo necesitarán sólo los pequeños criadores que ofrezcan platos de comida con insectos exclusivamente en actividades de promoción de los alimentos nuevos.