Los cambios climáticos globales atañen a todos
Una extrema sequía, que no suele ser habitual para estas latitudes, afecta este año a la República Checa.
El clima va cambiando en nuestro planeta desde hace años. Los científicos advierten que esto se debe a la labor humana, sobre todo a las emisiones de gases de efecto invernadero, e insisten en la necesidad de parar o al menos frenar el calentamiento de la Tierra.
En el caso de la República Checa el cambio climático se manifiesta en que poco a poco desaparecen las diferencias entre las cuatro estaciones del año o, mejor dicho, no hay otoño y primavera. El invierno pasa directamente al verano, sintiéndose en la naturaleza cada vez más la falta de las acostumbradas temporadas de lluvia.Chequia enfrenta este año una extrema sequía. En algunas zonas, por ejemplo en la región de Ústí, no ha llovido más de dos meses, o hubo sólo precipitaciones de unos minutos de duración. Los cauces de muchos ríos tienen un mínimo de agua, al igual que los lagos y estanques. De acuerdo con el hidrólogo Martin Pecha, la situación no la salvan ni las fuertes lluvias registradas durante las últimas semanas en algunas zonas del país.
”Para que todo volviera a la normalidad no bastaría con que la cantidad media de agua de las lluvias respondiera a la de hace unos dos decenios. Debido a que llueve muy poco y que hubo pocas lluvias durante los últimos años, la situación va empeorando más y más. Y esto vale también para las aguas subterráneas, que en otros tiempos suelen conservar sin problema sus niveles normales”.
La situación no mejorará tampoco en las próximas semanas, ya que no se esperan lluvias intensas, según sostiene Jan Dañhelka, del Instituto de Hidrometeorología.
”Los niveles de los ríos seguirán bajando y las lluvias que pronosticamos se presentarán más bien en forma de tormentas y precipitaciones que, además, serán esporádicas. O sea que el agua que vendrá del cielo no logrará cubrir la reducción de los niveles de los ríos y represas a raíz de la evaporación por el calor y su utilización para el consumo humano”.La sequía afecta en especial a las regiones de Bohemia Oriental y Moravia del Sur, así como las de la cuenca superior del río Elba, al norte de Bohemia. A mediados de junio los hidrólogos registraron un estado de fuerte o extrema sequía en el 63% de los pozos de sondeo. Por otro lado, como indica Jan Dañhelka, las lluvias de las últimas semanas, aunque fueran mínimas, ayudaron al menos a la recuperación de la capa superficial del suelo.
”Cada precipitación ayuda. En especial ayuda a la capa superior del suelo. Con excepción de Moravia del Sur y algunas otras zonas como una parte de la cuenca del Elba, actualmente las plantaciones de cereales, verduras y determinadas frutas, están regadas de forma suficiente, o sea que allí las lluvias de las últimas semanas ayudaron de seguro. Pero la situación es diferente y nada positiva en cuanto a la subida de los niveles de los ríos o la penetración de las lluvias a las aguas subterráneas”.
En el río Morava la extrema sequía tuvo como consecuencia de la muerte de una gran cantidad de peces. La falta de agua afecta asimismo las plantaciones de frutas, siendo inferior la cosecha y mucho más pequeño el tamaño de las frutas que otros años.Una fuerte sequía se registra en Chequia desde hace varios años, pero este año llegó a su extremo en estas latitudes. El Estado Checo decidió compensar a los agricultores y los cultivadores de fruta y hortalizas nacionales y repartirá entre ellos unos 78 millones de euros, según dijo Zdeněk Trnka, del Ministerio de Agricultura.
”Esperamos la llegada de todas las solicitudes para las compensaciones. Éstas las recibimos a partir del 18 de junio. Después estudiaremos estos documentos y, en vista del nivel de la compensación que deseamos otorgar, puede ser que el dinero que el Gobierno destinó para este fin resulte insuficiente. En tal caso nos veríamos obligados a reducir proporcionalmente la suma de las ayudas financieras a cada solicitante”.
Los economistas afirman que, sin embargo, las compensaciones serán parciales. El Ministerio de Agricultura calcula que los calores intensos y pocas lluvias causaron a los agricultores y cultivadores pérdidas en la cosecha de este año por un total de 310 millones de euros.