La producción agrícola y ganadera se ve afectada por la sequía y las altas temperaturas

El calor y la falta de lluvia preocupan también los enólogos checos, foto: ČTK

El calor y la falta de lluvia han empezado a causar daños en los campos checos afectados por una dura sequía que provocará grandes pérdidas, según alertan los agricultores.

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Las estaciones de medición del Instituto Meteorológico indicaron este miércoles 39.2° centígrados en la localidad de Husinec-Řež en las cercanías de Praga, inscribiéndose como el día más cálido de este año.

Las altas temperaturas, la falta de lluvia y la prolongada sequía han empezado a afectar gravemente a los ganaderos y agricultores ya que el país carece de programas para luchar contra una situación semejante, según indicó el ministro del Medio Ambiente, Richard Brabec.

“La República Checa está muy bien organizada para enfrentarse a las inundaciones, pero no está preparada para la sequía”.

El calor y la falta de lluvia preocupan también los enólogos checos,  foto: ČTK
Esta situación está acarreando serios problemas a los agricultores y ganaderos, como a los dueños de pequeñas huertas que se han quedado sin agua para el riego.

El ministro de Agricultura, Marian Jurečka, planteó la necesidad de crear un sistema para garantizar de manera adecuada la irrigación de los campos.

“Es necesario calcular la cantidad de agua indispensable para regar los campos agrícolas, y construir depósitos de agua como por ejemplo estanques y pequeñas represas”.

Los ministros presentaron al Gobierno alrededor de cincuenta propuestas que buscan sistematizar la lucha contra la sequía.

El calor y la falta de lluvia preocupan también los enólogos checos,  foto: ČTK
Si bien este año la situación es extrema, los expertos indican que las altas temperaturas y la falta de lluvia se repetirán con regularidad. Algunas de las regiones afectadas desde hace tiempo como, por ejemplo Přibice, en Moravia, han visto cambiar su paisaje, que ahora es sumamente seco.

En los jardines se siembran plantas y flores típicas para el clima mediterráneo y sus habitantes han aprendido a hacer la siesta para soportar mejor el calor.

Los cultivos más afectados son la remolacha, las papas y algunos cereales. Afectada se ve la producción de piensos para el ganado que sufre por la escasez de agua, al tiempo que hay que crearle condiciones para que pueda sobrellevar el calor.

Algunas localidades de Moravia se ven obligadas a comprar cisternas de agua potable a municipios lejanos para abastecer la red pública. Las autoridades a nivel regional y el Gobierno central se han comprometido a tomar cartas en el asunto y aprobar de manera inmediata programas de asistencia para enfrentar la sequía.