Los adornos navideños de Poniklá aspiran a entrar en la lista de la UNESCO

Los adornos navideños de Poniklá, foto: Jaroslava Mannová, ČRo

El municipio de Poniklá es el único lugar del mundo donde se fabrican los adornos navideños de perlas de vidrio soplado. En el programa especial, que Radio Praga emite con motivo de las Fiestas de la Navidad, les acercaremos el particular proceso creativo de estos originales adornos, que será propuesto el próximo año como candidato a la inclusión en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Los adornos navideños de Poniklá,  foto: Jaroslava Mannová,  ČRo
Estrellas, campanas, figuras de ángeles, pero también locomotoras, aviones y otros diseños particulares, conformados por diminutas perlas de vidrio soplado, llevan adornando los árboles de Navidad en todo el mundo desde hace más de un siglo.

La cuna de estas joyas navideñas es la aldea de Poniklá, situada en la región de Liberec, en Bohemia del Norte. Se trata al mismo tiempo del único lugar del mundo donde se lleva a cabo su fabricación.

Esta tradición de creación manual, que se ha conservado sin apenas cambios desde el siglo XIX, fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la República Checa. El Museo del Paraíso Checo en la ciudad de Turnov ha anunciado recientemente que sugerirá en 2017 esta tradición como candidata a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Vladimíra Jakouběová,  foto: Khalil Baalbaki,  ČRo
La directora de la institución, Vladimíra Jakouběová, explica los motivos que impulsaron esta decisión.

“El procedimiento de la creación de los adornos ha conservado todas las características tradicionales. Se fabrican a mano de la misma manera que hace un siglo. Se trata de una tradicional producción típica de la zona de Podkrkonoší que pasaba de padres a hijos. Cumple con todos los criterios para ser nominada a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO y creo que tendrá éxito”.

Una tradición centenaria

Los adornos navideños de Poniklá,  foto: Jaroslava Mannová,  ČRo
Las perlas de cristal soplado no se fabricaban originalmente como decoración para árboles de Navidad, sino como base para la bisutería local, que se exportaba a todo el mundo.

A principios del siglo XX, su producción representaba un sector altamente lucrativo. En 1912, un grupo de japoneses visitó una de las fábricas checas con la tarea de copiar la tecnología de la fabricación. Su misión tuvo éxito y Japón pasó a representar durante bastante tiempo una gran competencia para las cristaleras checas.

A pesar de ello, la producción de perlas de vidrio representaba un sustento para casi todos los habitantes del municipio de Poniklá, según apuntó Lenka Tuláčková, del Museo del Paraíos Checo en la ciudad de Turnov.

Los adornos navideños de Poniklá,  foto: Dominika Bernáthová
“Desde el principio, la creación de las perlas se practicaba a través de un sistema factorial. Un fabricante repartía el material entre sus obreros, que trabajaban en casa. Cada uno se encargaba de una tarea diferente: uno soplaba el vidrio, otro lo plateaba o pintaba de colores, mientras que los demás cortaban las perlas y las ensamblaban en diferentes formas”.

Con la llegada de la tendencia de los árboles de Navidad a finales del siglo XIX, los cristaleros de Poniklá empezaron a enhebrar las perlas de vidrio defectuosas en alambres y crear adornos para decorar los árboles que tenían en sus casas.

Esta idea dio lugar a una nueva tradición que vivió su mayor auge en los años veinte y treinta del siglo XX.

En la actualidad se dedica a la creación de los adornos solamente una empresa. A pesar de haber pasado por difíciles condiciones económicas, la compañía Rautis ha logrado rescatar esta centenaria tradición ante la desaparición.

 Barbora Kulhavá,  foto: Dominika Bernáthová
El procedimiento de la creación de los adornos queda mostrado detalladamente en la exposición 'La Navidad Resplandenciente ('Třpytivé Vánoce'), que la empresa Rautis preparó junto al Museo del Paraíso checo en Turnov.

Una de las trabajadoras de la empresa, Barbora Kulhavá, detalla la primera fase de la creación de estos originales adornos navideños.

“Se necesita un pequeño tubo de cristal. Es importante que sea hueco, ya que después quedan huecas también las perlas. Así son más ligeras. El tubo se calienta sobre el fuego y se coloca dentro de un molde especial. Tras soplar dentro del tubo sale una serie de perlitas que se platean o se pintan de otros colores”.

Los adornos navideños de Poniklá,  foto: Dominika Bernáthová
Platear los adornos resultaba en el pasado un proceso arriesgado, puesto que había que llenar las perlas con una solución de plomo y cinc soplando por la boca.

Otra fase de la producción consiste en enhebrar las perlas en alambres finos, con los que se modelan adornos de diferentes formas bi o tridimensionales, explica Barbora Kulhavá.

“En total hemos diseñado cerca de 20.000 variedades de adornos, pero no fabricamos todas. Nuestra oferta actual cuenta aproximadamente con 500 tipos que se producen regularmente”.

Los adornos de Navidad no siguen las tendencias

En el taller de pintura se encuentra un sinnúmero de latas de pintura. Tan sólo el color rojo cuenta con 48 tonalidades. Los colores más populares de esta temporada son el dorado y el beige, no obstante, el diseño de los adornos por lo general no sigue tendencias, apunta Kulhavá.

Los adornos navideños de Poniklá,  foto: Dominika Bernáthová
“Como producimos adornos tradicionales, los colores siguen siendo también tradicionales. Una apuesta segura es siempre el color plata. Los clientes checos no son por lo general partidarios de combinaciones de colores extravagantes, se quedan frecuentemente con adornos de colores rojo y dorado”.

Los adornos de Poniklá no decoran exclusivamente los árboles de Navidad en los hogares checos, explica Barbora Kulhavá.

“Los destinos más lejanos a donde exportamos son Estados Unidos, Rusia y Japón. La mayoría de los adornos los compran los clientes de los países que formaban el antiguo Imperio Austrohúngaro, como Alemania, Austria y Eslovaquia”.

El público puede aprender la técnica

Los adornos navideños de Poniklá,  foto: Jaroslava Mannová,  ČRo
La exposición 'La Navidad Resplandenciente' ('Třpytivé Vánoce'), que se puede ver estos días en la Casa de Piedra (Kamenný dům) en la ciudad de Turnov, ofrece una mirada a la historia de la producción de estas joyas navideñas, explica la comisaria de la muestra, Lenka Tuláčková,

“Se pueden ver series de perlas que se fabricaban a lo largo de la historia. Contamos también con colecciones de adornos diseñados exclusivamente para el museo, incluidas curiosidades como una noria o una Torre Eiffel”.

La exposición ofrece asimismo talleres creativos que permitirán al público aprender la técnica utilizada a fin de que la tradición nunca desaparezca.

'La Navidad Resplandenciente' ('Třpytivé Vánoce') permanecerá abierta para el público hasta el 30 de diciembre.