El teñido con añil en la lista de la UNESCO
El teñido con añil de la República Checa entra en la lista del Patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. A la espera quedan los adornos navideños en forma de perlitas que se fabrican en la ciudad de Poniklá.
El método del teñido con añil se ha empleado en Chequia desde el siglo XVIII. Algunas de las matrices de estampar tienen hasta 300 años y han sido utilizadas por generaciones de impresores. Usando las matrices se imprime una mezcla química en una tela, que luego impide que esta parte de la tela se coloree. El resultado son unos hermosos diseños azul-blancos que se pueden ver por ejemplo en los tradicionales trajes moravos.
En el siglo XIX el teñido con añil todavía era la forma habitual de decorar textiles. Ahora solo dos talleres están en funcionamiento en la República Checa, y solo un par de personas dominan la técnica, destaca Lenka Drápalová, comisaria de la colección textil del Museo Valaco en Rožnov.
“Aparte de saber cómo se mezclaban los colores, el impresor tenía que dominar la técnica muy bien, tenía que tener sensibilidad artística, saber cómo se manejaban las máquinas. La actividad del teñido en sí era muy complicada”.
Jiří Danzinger del taller en Olešnice en Moravia añade que es una tradición verdaderamente antigua.
“Por supuesto me alegra mucho la decisión de nominar el teñido con añil, nuestro taller ha estado aquí durante más de 200 años. Esto puede ayudar a que la tradición se mantenga”.La República Checa solicitó la inscripción del teñido con añil a la lista de la UNESCO en 2017 junto con otros cuatro países – Austria, Alemania, Eslovaquia y Hungría. Como dijera el entonces ministro de Cultura checo, Daniel Herman.
“Aunque la tecnología sea la misma en todos los países, hay ciertas particularidades nacionales y regionales, por lo que la cooperación internacional es de gran importancia. Por supuesto, es un asunto que debe ser discutido por la UNESCO”.
Los adornos navideños en forma de perlitas, que también fueron nominados para entrar en la lista, se producen en la localidad de Poniklá en el noreste de Chequia desde hace más de 100 años. La fábrica de vidrio en Poniklá ofrece más de 20 000 diseños de adornos de perlas y tubitos soplados, dice Simona Cigánková, portavoz del Ministerio de Cultura.
“Se trata de un tipo específico de arte vidriero, asociado con las tradiciones navideñas. La empresa Rautis en Poniklá es un taller familiar, en el que los sopladores rurales crean estas encantadoras decoraciones navideñas”.
La lista del Patrimonio inmaterial incluye diferentes costumbres, tradiciones y eventos culturales. Complementa el inventario del patrimonio cultural y natural del mundo, que incluye cientos de montañas, lagos, parques nacionales, edificios y ciudades enteras.La República Checa ya tiene seis elementos en la lista – el arte de las marionetas, la cetrería, el baile llamado verbuñk, el carnaval en la región de Hlinecko, la cabalgata de los reyes en el sureste de la República, y ahora el teñido con añil.