Libuše: el alma de una nación
En la víspera del Día Nacional de Chequia, recordamos a la ópera Libuše de Bedřich Smetana, símbolo del movimiento nacionalista checo y de la proclamación de la independencia en 1918.
Este 28 de octubre, conmemoramos la creación del Estado checoslovaco independiente en 1918, una fecha fundamental en la historia de Chequia. En honor a este día, hemos elegido una obra musical que encarna el espíritu nacional: Libuše, una ópera solemne de Bedřich Smetana, compositor clave del movimiento nacionalista checo.
Estrenada en la inauguración del Teatro Nacional de Praga en 1881, Libuše no solo es una representación de la mítica princesa que profetizó la grandeza del pueblo checo, sino también un homenaje a la unidad y sabiduría de la nación. La ópera se convirtió en un emblema patriótico el 28 de octubre de 1918, al ser interpretada para celebrar la proclamación de la independencia de Checoslovaquia.
Un mensaje rotundo
La música de Smetana captura la esencia de una nación que, en lugar de glorificar la guerra, exalta la paz, la modestia y el liderazgo sabio. La obra culmina con un poderoso coro que proclama: "¡La nación checa jamás fallecerá!". Una afirmación que sigue resonando con fuerza, especialmente en una fecha tan significativa como el 28 de octubre.
La interpretación de Libuše en este momento histórico nos recuerda el vínculo entre la cultura y la identidad nacional, y cómo el arte puede ser un pilar en la formación de una nación. En esta ocasión, Radio Praga Internacional presenta fragmentos de esta obra emblemática, interpretada por la orquesta y coro del Teatro Nacional de Praga, con la solista Eva Urbanová, para celebrar una de las fechas más importantes del calendario checo.