‘Libertad en la frontera’, el sendero de los disidentes en las montañas de Krkonoše
El nuevo sendero educativo, situado en las cimas de Krkonoše (Montes Gigantes), al norte del país, recordará los encuentros de los disidentes checoslovacos y polacos en los años 70, que contribuyeron notablemente a la caída del comunismo en Europa Central.
Tras el movimiento de liberalización conocido como Primavera de Praga, que fue aplastado desde Moscú en 1968 con la invasión de cinco países del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia, comenzó en este país el llamado período de la ‘normalización’.
Quienes expresaron desacuerdo con el régimen, fueron perseguidos por la Policía Secreta Comunista, no les fue permitido estudiar, perdieron sus puestos de trabajo o fueron encarcelados. En aquella época desempeñaron un papel importante las zonas apartadas de las montañas checoslovacas, que en muchos casos sirvieron de refugio para los disidentes perseguidos.
La inauguración del sendero disidente, que recuerda los encuentros de los intelectuales checoslovacos y polacos tendrá lugar este sábado 25 de agosto. Klára Stejskalová de la organización Memoria de Krkonoše (Paměť Krkonoš) explica cuál fue el objetivo del proyecto.
“La idea fue conmemorar el 50 aniversario de la invasión de Checoslovaquia, y al mismo tiempo los 100 años de su fundación. Y otro de los aniversarios importantes es que estamos a 40 años desde los primeros encuentros entre los disidentes checoslovacos y polacos en la frontera, en Krkonoše. En aquel entonces en verano de 1978 estos encuentros se dieron con el fin de conmemorar el décimo aniversario de la invasión de Checoslovaquia”.Klára Stejskalová añade además que el propósito no es solamente recordar, ya que el proyecto tiene un significado más amplio.
“El encuentro tiene como fin destacar que incluso en la época actual, no solamente entonces, es necesario hablar constantemente sobre la libertad, porque desgraciadamente incluso hoy no es posible concebirla como algo común y corriente”.
En julio de 1978 fue planeado el primer encuentro, pero no se realizó debido a que los polacos no asistieron. Sin embargo, el segundo ya fue más exitoso, apunta Eva Hrubá de Memoria de Krkonoše.
“En el primer encuentro que se realizó tomaron parte, por ejemplo, el futuro presidente Václav Havel o la cantante Marta Kubišová y de la parte polaca los disidentes Adam Michnik y Jacek Kuroń. El encuentro que al inicio parecía un mero picnic amistoso, pasó a ser una reunión importante, ya que inició la tradición de los encuentros entre los disidentes checoslovacos y polacos. También suscitó la reacción de los medios de comunicación occidentales. Por ejemplo ‘The Times’ o el periódico francés ‘Libération’ lo calificaron de encuentro clave, ya que eso supuso la unión de dos oposiciones de países totalitarios, como escribían ‘contra el tirano’”.El tercer encuentro no se efectuó. La intervención de la Policía Secreta Comunista puso fin por cierto tiempo a este tipo de reuniones que fueron restablecidas en la mitad de los años 80 en las montañas de Jeseníky, al noreste de Chequia.
Eva Hrubá contó a Radio Praga que el sendero disidente constará de seis paradas y que los paneles tienen un estilo específico.
Desde 2017 los interesados pueden partir tras las huellas de los disidentes checoslovacos en Krkonoše también mediante la aplicación móvil, diseñada por la organización Memoria de la Nación (Paměť národa).