Las huellas checas en Brasil

‘Las Huellas Checas en Brasil’, foto: Atilla Loránt
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Brasil, el gigante latinoamericano, invade el Castillo de Praga, gracias a una exposición que documenta el inmenso legado de los inmigrantes checos en ese país. ‘Las Huellas Checas en Brasil’ se titula la muestra, que se inaugura este martes y que desde el miércoles puede ser visitada por el público.

‘Las Huellas Checas en Brasil’,  foto: Atilla Loránt
El sacerdote jesuita Samuel Fritz y el empresario del calzado Jan Antonín Bat’a son dos ejemplos, los más conocidos, de checos que han dejado una profunda huella en la historia, la cultura y el arte brasileños. Pero hay más, muchos más. Algunos anónimos, otros más famosos.

De eso se trata la exposición ‘Las Huellas Checas en Brasil’: documentar detalladamente con fotografías, pinturas, documentos históricos y otros objetos, la presencia y el aporte checo en la nación de Lula, el quinto país más poblado del mundo y llamado a ser uno de los protagonistas de la economía mundial en un futuro no muy lejano, si es que no lo es ya.

Pavel Štěpánek | Foto: Radio Prague International
Por ejemplo, recalca Pavel Štěpánek, uno de los comisarios de la muestra, algo que no era tan conocido: fue gracias a un descendiente de checos que se pudo construir Brasilia, la nueva capital de Brasil.

“Juscelino Kubitschek se convierte en presidente del Brasil y en los años 50 ayuda a cumplir el sueño de los brasileños que es construir una nueva capital en el interior del país, para cuya construcción llama a los genios Lucio Costa y Oscar Niemeyer. Como es sabido, Niemeyer se mantiene activo a sus casi 103 años, así que todavía se mantiene la historias viva”.

Juscelino Kubitschek
Pavel Štěpánek recuerda que en las memorias de Kubitschek Praga tiene un capítulo importante. Visitó Chequia antes de convertirse en presidente de Brasil y aquí causó una gran impresión.

“El presidente Kubitschek, según he podido ver en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores, realmente insistía en su origen checo. En sus memorias aparece su beneplácito, su contento cuando en un hotel de Praga le muestran la guía telefónica, donde aparecen varios Kubiček. Así que realmente está consciente de este origen”.

El objetivo principal de ‘Las Huellas Checas en Brasil’ es destacar y difundir las grandes contribuciones checas en ese país, insiste Pavel Štěpánek.

Arassari,  foto: Radana Dungelová
“Se documenta, sobre todo, la historia y la aportación de los checos al desarrollo del Brasil. Es decir que ahí recordamos incluso a las primeras personas que han entrado desde Chequia al Brasil que ya fue en el siglo XVII. A finales del siglo XVII y a principios del XVIII fueron sobre todo los jesuitas, que nos enviaron las primeras informaciones sobre Brasil no mediadas”.

Entre esos jesuitas estaba Samuel Fritz, que fue el primer extranjero en navegar el río Amazonas en toda su longitud, desde su nacimiento en la selva peruana hasta su desembocadura en el Atlántico, cerca de la actual Belem. Además, Fritz, que vivió muchos años en el Amazonas y llegó a conocer la zona como la palma de su mano, trazó el primer mapa del río, que todavía se usa.

La Catedral de Brasilia,  foto: Damjan Prelovšek
Pavel Štěpánek, que es autor del texto que acompaña la exposición, destaca el doble valor documental y artístico de ‘Las Huellas Checas en Brasil’.

“Es documental pero sí pretende ser artística en el aspecto de la presentación. Las mismas fotografías documentales hechas por el fotógrafo Jindřich Štreit son artísticas al mismo tiempo. Es muy difícil separar lo documental de lo artístico. Lo mismo las fotografías del diplomático Damjan Prelovšek, que pueden considerarse puramente documentales, porque son fotografías de varios edificios importantísimos del arquitecto Oscar Niemeyer en Brasilia, hechas de una manera totalmente artística. Es el concepto mezclado entre arte y documentación y esperamos que esto pueda interesar al público checo”.

Oscar Niemeyer,  Juscelino Kubitschek y Moacyr Gomes de Souza
La tarea de Pavel Štěpánek fue aunar los diferentes criterios para presentar esta exposición como un proyecto global.

“Como cada uno de los autores de la exposición se mantiene en su tema, hay que presentar una visión global. Entonces yo he seleccionado las piezas que enriquecen el proyecto global con algunas reproducciones y con algunos originales que provienen de museos checos no solo de Praga sino también de varios palacios y castillos y de la misma Galería Nacional. Es decir, hemos intentado también presentar originales que demuestren estas relaciones históricas entre Brasil y Chequia a través de los siglos”.

Otra de las figuras claves de la exposición será Jan Antonín Bat’a, el empresario del calzado que creó en Brasil varias ciudades a imagen y semejanza de Zlín, la cuna del imperio Bat’a

Brasil es el primer socio comercial checo en Latinoamérica, y de ahí el interés por realizar esta exposición: para demostrar que los lazos entre ambas naciones son profundos y se extienden desde hace mucho tiempo, en palabras de Pavel Štěpánek.

‘Las Huellas Checas en Brasil’ puede ser visitada en el Castillo de Praga hasta el 30 de noviembre próximo, en el ala teresiana del viejo palacio real (www.kulturanahrade.cz).