La vida es aún bella: el acto heroico de Nicholas Winton en una novela italiana
Casi en simultáneo al estreno de la película con Anthony Hopkins, el escritor italiano Fabiano Massimi publicó una novela sobre el acto heroico de Nicholas Winton al rescatar a 669 niños judíos de Praga. En esta entrevista exclusiva, el autor, que viajó varias veces a la capital checa, cuenta cuándo y cómo se le ocurrió la idea y por qué considera que su libro es una carta de amor a Praga.
El escritor italiano Fabiano Massimi tiene muy en claro el momento en que se le ocurrió escribir una novela sobre el acto heroico que realizó, hace ya 85 años, Nicholas Winton al salvar a 669 niños judíos de Praga. Cuenta que fue en marzo de 2020, en pleno inicio del Covid. Estaba aislado en una casa de montaña en Italia y, en medio de tanta oscuridad, se encendió la luz de su teléfono móvil. La notificación le indicó que acababa de recibir un mensaje por WhatsApp de un amigo que le enviaba un video, asegurándole que debía verlo. Entonces, sin demasiado interés, decidió hacer clic en el enlace.
“Vi la famosa escena de Nicholas Winton en los estudios de la BBC en Londres cuando se reencuentra con todos los niños que se ponen de pie. Recuerdo que allí, en ese momento, en un momento crucial, me sentí invadido por la luz, casi feliz, porque pensé que no mucha gente conocía esa historia y yo escribiría una novela. Nunca se había escrito ninguna novela, en ese entonces ni siquiera había una película. Me fijé qué hora era y me dispuse a contar esa historia y así lo hice”.
La idea era abordar, por supuesto, el conmovedor acto heroico realizado por ese corredor de bolsa inglés cuando solo tenía 30 años y, tal como dice Fabiano, aún no era nadie: solo un joven que vio una injusticia y tuvo la fuerza necesaria para rebelarse y actuar contra eso. Pero al enterarse luego de que había otras dos personas involucradas como Doreen Warriner y Trevor Chadwick, que habían quedado también en el olvido, sus ganas de escribir se incrementaron aún más. Y mientras comenzaba a pensar qué forma le daría al libro, volvía a mirar cada tanto ese video del programa That’s Life que le había mandado su amigo para tratar de inspirarse y reflexionar al respecto. Hoy está convencido de que lo maravilloso de esa escena es que, al verla, los espectadores sienten un fuerte deseo de algo tan simple como valioso: querer hacer el bien.
“La escena parece de una novela pero es la realidad y lo más increíble es que él, Nicholas Winton, una persona que realiza ese gesto heroico a sus expensas, arriesgando su vida, durante 50 años se lo guarda para sí mismo y no se lo cuenta a nadie. Hoy en día, por el contrario, al hacer incluso algo mínimo nadie deja de contarlo, con lo cual eso es hoy impensable”
Historia dos veces contada
“No podía dejar de suceder en Praga que un caballero bondadoso viniera a salvar a todos esos niños del monstruo, del lobo”.
Fabiano Massimi
Un simple giro del destino hizo que esa magnífica historia que había permanecido en secreto durante tantos años de repente fuera contada de dos maneras distintas. Él mismo explica que algo similar ocurrió con Robin Hood porque, a veces, las historias necesitan encontrar su momento. Mientras él escribía la novela en Italia, comenzó a rodarse una película basada en un libro de Barbara, la hija de Winton. Esa película que ya se estrenó en buena parte del mundo y tuvo mucho éxito, entre otras cosas, por la actuación de Anthony Hopkins, se llama, en inglés One life, y lo curioso es que, en España, se tradujo como Los niños de Winton, al igual que el libro de Fabiano Massimi (en Hispanoamérica se ha estrenado bajo el título de Lazos de vida). Es decir que, mediante dos estilos muy distintos, la película y la novela cuentan una misma historia que tiene como protagonista no solo a Nicholas Winton, sino también, en algún punto, a la ciudad de Praga.
En efecto, Fabiano Massimi la visita con frecuencia desde los años noventa y, cuando se le ocurrió la idea de escribir el libro, empezó a pasar temporadas cada vez más largas en la capital checa.
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“Para mí las ciudades son personajes: Praga no es un fondo, es un personaje, y además de ser bella, maravillosamente bella, es un lugar mágico. La ciudad es un lugar de cuento de hadas, un lugar de seres imaginarios, un lugar donde pasan cosas que solo pasan allí y por eso esta historia de niños en peligro, de un malvado monstruo-ogro que quería matarlos tenía que tener lugar en Praga. No podía dejar de suceder en Praga que un caballero bondadoso viniera a salvar a todos esos niños del monstruo, del lobo, como le gustaba a Hitler que lo llamaran”.
En la novela aparecen, en efecto, varios sitios emblemáticos de Praga como la Plaza Venceslao, los jardines franciscanos (a los que define como un oasis de paz en pleno centro) y la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, que no duda en decir que es su sitio favorito en toda la ciudad. Agrega que durante esa etapa se asesoró mucho con obras como Praga mágica, de su compatriota Angelo Maria Ripellino. Y si bien no niega que, en la actualidad, la ciudad se ha transformado bastante, considera que tiene la enorme virtud de conservar su esencia.
“Hay lugares como Kampa, Loreto o incluso Josefov que, en algún punto, son idénticos a cómo eran hace cien años. Y hasta se puede sentir en el aire que, en esos lugares, el tiempo no pasa. Por eso mis personajes se mueven en el mismo lugar en el que tú y yo nos movemos, y también me dicen que al leer es como si uno estuviera ahí, y si vas a caminar por esos lugares definitivamente los puedes reconocer. Yo de verdad creo que el Golem duerme en la Sinagoga Vieja-Nueva. De verdad lo creo porque lo siento: me acerco y lo siento”.
A pesar de tratarse de un tema tan serio, la novela de Fabiano Massimi incorpora cierta atmósfera infantil. En efecto, junto a los hechos históricos, el autor ha decidido añadir elementos típicos de los famosos cuentos de hadas checos, tal como demuestra el legendario personaje de la niña de sal. Revela que, si bien se trata de una invención propia, está un poco basada en el cuento de hadas La sal por sobre el oro (Sůl nad zlato).
Una carta de amor
La novela de Fabiano Massimi ya se tradujo al español y, según cuenta su autor, pronto estará disponible también en polaco y, con un poco de suerte, quizás en húngaro. Y aunque aclara que a los autores italianos no les suele resultar fácil el mercado de las traducciones, espera con ansias que los checos también puedan leer en su propio idioma esta versión de una historia basada en hechos reales que, por supuesto, les pertenece.
“Me gustaría poder devolverle a Praga la belleza que me ha dado, el favor que me ha hecho, he venido a Praga muchas veces y considero que los checos son personas maravillosas, acogedoras y amables. Me ha causado mucho orgullo ver en la ciudad de Praga la escultura de Nicholas Winton y sus niños en el andén 1 de la Estación Central, la puerta con las manos adultas e infantiles abajo y el jardín de manzanos de Nicholas Winton con la placa en Strahov. La gente de Praga es extraordinaria y me gustaría que pudiera leer el libro para devolverles algo de lo que me dieron”.
Añade Fabiano Massimi que su novela es, de hecho, una especie de carta de amor que él le escribió a Checoslovaquia y, por lo tanto, le gustaría mucho que algún día llegara a destino. A esos lugares relacionados con Winton que menciona hay que sumar también un árbol que Winton donó a Praga y hoy se encuentra en el Paseo de las personalidades del Jardín botánico de Troja. Por otro lado, el monumento al que hace referencia y se encuentra justo debajo del edificio histórico de la estación es la puerta de uno de los trenes que los niños del programa de la BBC instalaron junto a un cristal, en el que un artista ha dibujado, de un lado, las manos de los padres y, del otro lado del vidrio, las manitas de los niños en plena despedida. Esa obra le llega especialmente porque él está convencido de que los verdaderos héroes de esta historia son esos padres que dejaron ir a sus hijos para que pudieran sobrevivir.
“Cuando Hitler estaba por llegar a Praga, nadie se imaginaba que atacaría a los niños, nadie pensó que se desquitaría con las mujeres”.
Fabiano Massimi
“En italiano la novela se llama Si existe un perdón (Se esiste un perdono). No es una pregunta, no es una declaración. Es una frase que Petra, la narradora, la persona que cuenta la historia dice casi en la última página. Porque mientras escribía esta novela, que para mí es muy personal porque habla de niños en peligro y yo tengo dos hijos que ya son mayores, pensé que cuando Hitler estaba por llegar a Praga, nadie se imaginaba que atacaría a los niños, nadie pensó que se desquitaría con las mujeres por la sencilla razón de que eso nunca se había hecho, la guerra hasta ese momento era cosa de hombres”.
Eso lo llevó a pensar, por lo tanto, en la lucidez y enorme generosidad de esos padres que tomaron la terrible decisión de confiar lo más importante que tenían a un inglés desconocido sabiendo que era muy probable que nunca más volverían a ver a sus hijos. En ese sentido, tal como demuestra la famosa escena de la BBC, dice Fabiano Massimi que la de Winton es una historia que termina bien, una historia que, en su opinión, no solo es importante sino también necesaria. Autor de otras dos novelas que abordan distintos aspectos del nazismo, afirma que, aunque se las conoce como obras históricas, esos textos hablan en realidad del presente. El motivo es que, en su opinión, nunca hemos cerrado ese capítulo, nunca hemos superado esa época que siempre está retornando: cada vez que los políticos pronuncian discursos sospechosamente similares, cada vez que leemos noticias parecidas y, por lo tanto, seguimos teniendo los mismos miedos que en aquel entonces.