La UNESCO inscribe los hayedos de las montañas Jizera como Patrimonio Natural de la Humanidad
La Convención de Patrimonio de la Humanidad anunció este miércoles la inscripción de los hayedos de las montañas Jizera en la lista de patrimonio natural mundial de la UNESCO. Se trata de la primera área natural de la República Checa que entra en el prestigioso listado.
La República Checa contaba hasta este miércoles con quince entradas en el listado de Patrimonio Cultural de la Humanidad, pero ninguna en la de Patrimonio Natural. Los hayedos de las montañas Jizera han cambiado esto, entrando a formar parte de una serie de territorios que incluye lugares como el Parque Nacional de Yellowstone, la pradera del Serengueti o las cataratas del Iguazú, como celebró este miércoles el propio ministro de Medio Ambiente, Richard Brabec. La satisfacción entre los impulsores de la candidatura era enorme, como explicó a la Televisión Checa František Pelc, director de la Agencia de Conservación de la Naturaleza y Paisajes de la República Checa.
“Es un éxito enorme, porque nos encontramos en un área que aún durante las décadas de los 80 y 90 sufría unos graves problemas de inmisión y unos daños tremendos”.
Los responsables de la candidatura consideran que se trata de un premio también para las políticas de conservación medioambiental de la República Checa.
Los hayedos checos no han entrado solos en el listado de Patrimonio de la Humanidad, sino como parte de una candidatura conjunta de varios países europeos que solicitaban unirse a la categoría ya creada desde 2007 de “Bosques antiguos y primarios de hayas de los Cárpatos y otras regiones de Europa”, en la que ahora figuran 94 hayedos de 18 países de toda Europa.
Una de las mayores reservas naturales de la República Checa
Los hayedos de las montañas Jizera se extienden por una franja de unos 15 kilómetros de longitud desde la localidad de Oldřichov v Hájích hasta la de Bilý Potok en la región de Liberec, casi en la frontera con Polonia. Con sus 27 kilómetros cuadrados de extensión, es una de las mayores reservas naturales de la República Checa. El núcleo mejor preservado, de unos 4,5 kilómetros cuadrados, es el que ha entrado en el listado de la UNESCO.
No solo las hayas son típicas para esta región, sino también su compleja orografía, que mucho ha tenido que ver en su excelente conservación, explicó a la Televisión Checa Jiří Hušek, responsable para la región de Liberec de la Agencia de Conservación de la Naturaleza y Paisajes.
“Aquí predominan las hayas, son más de un 90% de los bosques. Están en laderas muy empinadas, son superficies muy amplias a las que las personas no pueden acceder físicamente. Y aunque accedieran, no serían capaces de extraer la madera”.
La inscripción en el listado de Patrimonio Natural de la Humanidad no solo traerá prestigio a la región, considera Jiří Hušek.
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“El sello de la UNESCO es una marca inconfundible de marketing para una forma determinada de turismo sostenible. Por supuesto, es una oportunidad clara para la economía del lugar, crear puestos de empleo y ofrecer servicios”.
Con apenas unos días de diferencia, la República Checa ha recibido dos grandes alegrías por parte de la UNESCO después de que el pasado sábado se decidiera la inclusión del conocido como triángulo de las ciudades balneario de la República Checa -Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně- como Patrimonio Cultural de la Humanidad.