La socialdemocracia apuesta por otro tipo de relaciones con Estados Unidos
Durante la conferencia internacional “Relaciones UE-EE.UU.: crisis del gobierno global”, y ante un público constituido en buena parte por diplomáticos, la socialdemocracia presentó su programa de política exterior, de cara a las próximas elecciones. Entre sus puntos destaca la intención de replantear las relaciones con Estados Unidos.
A su parecer, la derecha checa entiende a Estados Unidos y a la OTAN como una alianza militar, basada en la seguridad y simbolizada por el escudo antimisiles europeo o la intervención en Afganistán. La socialdemocracia, en cambio, propone establecer lazos de comunicación y colaboración con Estados Unidos en el marco de la Unión Europea, de forma multilateral.
Esta nueva dimensión diplomática tendría como símbolo la creación de un laboratorio de ideas en Praga destinado a analizar las relaciones checo-estadounidenses y ofrecer asesoramiento.
Para Paroubek, la puesta en marcha del Tratado de Lisboa facilitará esta iniciativa.“Es una oportunidad fantástica para reforzar las relaciones de Estados Unidos y la Unión Europea, ya que el Tratado de Lisboa permite que, en el tema de la seguridad nacional, se actúe de forma más coordinada que antes. Es una oportunidad para seguir avanzando en este campo y que los Estados Unidos se tomen en serio a Europa, no solo económicamente, sino también políticamente. El Tratado significa que la Unión Europa ya puede actuar como potencia mundial”.
En cuanto a la OTAN, Paroubek considera que el compromiso actual del país es suficiente y que no es necesario aumentar el contingente checo en Afganistán, como declaró para Radio Praga.
“No queremos aumentar el número de efectivos. Pero queremos dejar la unidad que ya hay en solidaridad con nuestros aliados y esperar a ver cómo se desarrolla la nueva estrategia de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán. Si tiene éxito podemos seguir hablando sobre el tema, si no pues tendremos que llegar a alguna conclusión”.
El Partido Socialdemócrata también apuesta por mantener unas buenas relaciones con Rusia y por apoyar la entrada en la Unión de los países balcánicos y de Turquía.