“El Kremlin espera negociar con una nueva administración sobre Ucrania pero sin Ucrania”
Donald Trump insinuó la semana pasada que Estados Unidos podría no salir en ayuda de otro miembro de la OTAN atacado por Rusia si no cumple sus compromisos de gasto en defensa. Las declaraciones del candidato presidencial siguen levantado ampollas y preocupación también dentro de la diplomacia checa.
En un acto de campaña en Carolina del Sur, Donald Trump llegó a decir el sábado que hasta “alentaría” a Rusia de que atacara a los países miembros de la OTAN que no gastan lo suficiente en defensa. Con gastar lo suficiente se refiere al 2% del PIB, un compromiso adquirido por los aliados y un tema ya recurrente durante el mandato presidencial de Trump.
Rápidamente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, salió al paso para rechazar tales palabras y subrayar que la Alianza seguirá basándose en un férreo principio de defensa colectiva, el uno para todos y todos para uno. Además, criticó que una sugerencia así socava la seguridad de todos, incluida la de Estados Unidos.
En Praga tampoco cayeron bien las declaraciones y el ministro de Relaciones Exteriores, Jan Lipavský, aseguró que la OTAN nunca ha sido más fuerte que en el presente, cuando considera que se da la mayor amenaza desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por si acaso, no olvidó mencionar también el reciente aumento del gasto en defensa de Chequia y otros países y que este a menudo se realiza precisamente en compras a la industria armamentística estadounidense.
En entrevista con la Radio Checa, el embajador checo ante la ONU, Jakub Landovský, justificó parte del discurso de Trump por su tono propio de campaña electoral y por buscar aumentar el gasto en defensa de los aliados cómo sea, pero a la segunda parte del mensaje no le encuentra justificación.
“Lo que no me gustó de lo que dijo Donald Trump fue la incitación a Rusia a hacer lo que quiera en Europa. Una declaración así perturba la unidad entre los aliados. Una cosa es contar los gastos en defensa e intentar que se cumpla un compromiso, o los compromisos con Ucrania. Pero otra es hablar sobre con quién me voy a asociar y con quién no. Por supuesto, los aliados no se tratan así entre ellos. Pero tomo esa declaración como parte de una campaña electoral. Creo que la retórica postelectoral siempre es diferente”.
El diplomático checo también hizo ver su preocupación con el mensaje que envía el candidato republicano a Moscú. Todos coinciden en que una victoria de Trump puede suponer un claro giro en la actitud de Estados Unidos hacia la agresión rusa en Ucrania.
“Esto también está relacionado con la entrevista realizada por Tucker Carlson (al presidente Putin). Sin duda, el Kremlin espera con interés la posibilidad de negociar con una nueva administración sobre Ucrania, pero sin Ucrania. O sobre nuestra región sin nuestra región. Pero esa es la visión del Kremlin. Por supuesto, esperaremos a ver cómo resultan las elecciones en Estados Unidos e intentaremos mantener unida la OTAN. Pero estas declaraciones no ayudan porque perturban la unidad de la Alianza”.
Volviendo a la cuestión del gasto en defensa, Landovský dice que este se está incrementando considerablemente, especialmente en Chequia. ¿Cuántos de los 31 miembros de la OTAN gastan el mencionado 2%?
“Muy pocos, son unos doce países. La buena noticia es que, según un nuevo cálculo para el año 2024, ya deberían ser bastante más de la mitad de los aliados, incluida la República Checa. No puedo decir qué países son, pero la República Checa se encuentra hacia la mitad de la tabla, mientras que hasta ahora estábamos completamente al final”.
En clave nacional, el ministro de Relaciones Exteriores Lipavský aprovechó para recordar las críticas que recibió recientemente el Gobierno por parte de la oposición del movimiento ANO por la millonaria compra de cazas a Estados Unidos: “Espero que Trump no llegue a enterarse de las declaraciones de Andrej Babiš y Alena Schillerová por la compra de los F-35 y el gasto en armamento”, escribió el ministro.
