La Policía protege al alcalde de Praga ante un supuesto agente ruso
El alcalde mayor de Praga Zdeněk Hřib ha recibido protección policial porque su vida está en peligro, al igual que la de los alcaldes de dos distritos capitalinos. Los tres políticos tienen en común haber emprendido acciones que no han sido del agrado de Rusia.
El semanario checo Respekt, respaldándose en fuentes confidenciales del servicio de inteligencia, dijo que las medidas podían estar vinculadas con el arribo a Praga hace tres semanas de un hombre ruso con pasaporte diplomático y con una maleta que supuestamente contenía ricina, un veneno letal altamente peligroso.
Los pasos dados por la Policía para proteger al alcalde del distrito de Praga 6 Ondřej Kolář han sido mayores. El político y su familia se encuentran en destino desconocido según ha revelado él mismo a la Televisión Checa.
“Me encuentro en un lugar apartado, desconecté mi teléfono, apagué todo. Debo reconocer que tengo medidas especiales de seguridad“.
Como alcalde, Kolář fue quien impulsó el traslado de la polémica estatua del mariscal Iván Konev del distrito de Praga 6 a un museo. Dicha decisión fue criticada por el Kremlin, pero Kolář ha insistido en que volvería a decidir lo mismo, aunque ahora su familia esté pasando un momento complicado.“Tenemos hijos pequeños, así que tratamos de no transmitirles ningún tipo de nerviosismo. Nos esforzamos por actuar como si nada sucediera“.
Hace algún tiempo atrás Kolář consiguió apoyo para instalar al pie de la estatua del mariscal Konev placas para explicar quién había sido aquel personaje. Además de participar en la liberación de Europa del nazismo, el militar había tenido que ver con la brutal represión del levantamiento anticomunista en Hungría en 1956.
El mismo que liberó a Praga de la bota nazi fue el estratega de la ocupación que perpetraron contra Checoslovaquia las tropas del Pacto de Varsovia encabezadas por la Unión soviética en 1968.
En el caso de Zdeněk Hřib, Rusia puede ver como problema la decisión del Ayuntamiento de Praga de cambiar el nombre de la plaza donde se encuentra la Embajada de Rusia en la capital checa. El nombre inicial fue sustituido por el de Plaza Boris Nemtsov, en memoria del político liberal ruso asesinado en Moscú en 2015.La embajada de Rusia en Chequia envió una nota de protesta por el artículo publicado por el semanario Respekt sobre el arribo a Praga del supuesto hombre de la maleta con veneno, vinculado con los servicios secretos rusos.
El presidente checo Miloš Zeman, conocido por mantener una actitud prorrusa, criticó la queja de Moscú.
“Se trata de una injerencia en los asuntos internos, aunque considero que quitar la estatua del Mariscal Konev ha sido una estupidez“.
Las relaciones entre Praga y Moscú acusan desde hace tiempo momentos de tensión que se canalizan, por ejemplo, por medio de la interpretación de sucesos históricos, ya sea la Segunda Guerra Mundial o la invasión del país durante la llamada Primavera de Praga de 1968.
En declaraciones a los medios de comunicación, el ministro de Relaciones Exteriores Tomáš Petříček reconoció que las relaciones entre Praga y Moscú registran cierta tensión.
“Debemos reconocer que últimamente no son las mejores. No ha sido posible desarrollar el diálogo político. La última visita de un ministro de Exteriores fue a principios de la década del 2000“.
Petříček ha insistido en que la República Checa respeta y cumple los tratados y acuerdos vigentes con Rusia y ha pedido reciprocidad. Misiones diplomáticas checas han sido atacadas por supuestos grupos extremistas los últimos días.
En respuesta a la nota de protesta rusa, el jefe de la diplomacia checa dijo a Radiožurnál que consideraba que la nota era inapropiada porque se trata de un intento de Rusia por intervenir en los asuntos internos de la República Checa. Para Petříček es inaceptable que otro país cuestione nuestras libertades fundamentales, como lo es la libertad de expresión.