Moscú responde a Praga expulsando a dos diplomáticos
El Ministerio de RR.EE. ruso informó este lunes que dos diplomáticos checos tenían 48 horas para abandonar el país. Fueron declarados personas no gratas como reacción a la expulsión de dos diplomáticos rusos de Praga hace dos semanas atrás.
La respuesta de Moscú no se hizo esperar. El Ministerio de RR.EE. de Rusia convocó al embajador de la República Checa Vítězslav Pivoňka el lunes para informarle que habían decidido expulsar a dos diplomáticos checos.
Se trata de una acción de reciprocidad por la expulsión de dos diplomáticos rusos de Chequia envueltos en una trama de desinformación de los servicios de inteligencia.
El portal Ihned.cz informó que las autoridades rusas tildaron de personas no gratas a dos miembros de la embajada checa.
El ministro de RR.EE. checo Tomáš Petříček dijo a la Radio Checa que a partir de ahora el problema se puede considerar como resuelto.
“Se ha tratado de una respuesta recíproca y simétrica. Puedo confirmar que una persona tiene cargo diplomático, mientras que la otra es parte del equipo técnico. Uno de ellos pertenece al personal del Centro checo. Con este paso recíproco por parte de Rusia la situación se ha resuelto. Ahora queremos centrarnos en las consultas en torno a nuestro convenio de amistad del aňo 1993“.
El Ministerio de RR.EE. de Rusia informó al embajador checo Vítězslav Pivoňka el lunes que había identificado a dos empleados de la Embajada checa en Moscú como personas no gratas.
Tomando en cuenta la situación surgida se decidió aplicar el Artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y se pidió que los dos diplomáticos y sus familiares abandonaran el territorio de la Federación de Rusia antes de la medianoche del 17 al 18 de junio.
Las relaciones entre Praga y Moscú no pasan por su mejor momento. La tensión se ha intensificado en el último tiempo a raíz de la supuesta llegada al país de un agente secreto con la tarea de atentar contra tres alcaldes de Praga, incluido el alcalde mayor, que con sus acciones habían provocado la ira del Kremlin.
Resulta que el alcalde del distrito de Praga 6 Ondřej Kolář decidió quitar, y depositar en un lugar seguro, una estatua dedicada al mariscal soviético Iván Kónev que, si bien había participado en la liberación de la capital del yugo nazi durante la Segunda Guerra Mundial, también había diseňado la estrategia para la invasión de Checoslovaquia en 1968.
La estatua se había convertido en blanco de ataques con pintura de grupos opositores al legado del militar soviético. Por su parte, el alcalde mayor Zdeněk Hřib aprobó el cambio de nombre de una plaza al frente de la sede de la embajada rusa en Praga que pasó a llamarse Boris Nemtsov, según el político opositor ruso asesinado.
Y por último, el alcalde del distrito de Řeporyje Pavel Novotný anunció la intención de erigir un monumento al general del Ejército Rojo Andrei Vlasov y sus tropas, a quienes Rusia considera traidores.
El primer ministro checo Andrej Babiš dijo a principios de junio que los dos trabajadores rusos expulsados por la República Checa fueron los autores de una carta ficticia que describía la planificación de un supuesto ataque contra políticos checos. Según Babiš todo había surgido como resultado de una lucha interna entre los empleados de la embajada de la Federación de Rusia en Praga.