La fragata Novara y el emperador de México, Maximiliano
Les invitamos a embarcar imaginariamente en la fragata Novara de la Armada austríaca que a mediados del siglo XIX dio la vuelta al mundo. Uno de sus tripulantes, el cadete checo,Karel Kalina, registró en su diario curiosos datos del periplo. Una década después, Kalina participaría en la misión más triste de Novara: la de transportar a Europa el cadáver del efímero emperador de México, Maximiliano de Habsburgo.
Botada al agua en octubre de 1850, la fragata fue bautizada Novara en homenaje a la victoria obtenida en 1849 por el mariscal Radetzki sobre las tropas de Cerdeña cerca de la homónima ciudad italiana.
El viaje de Novara alrededor del mundo fue ideado por el archiduqe Fernando Maximiliano, comandante en jefe de la flota de guerra austríaca.
Tras ocupar en 1854 ese alto cargo, el archiduque concibió el plan de hacer del imperio de los Habsburgo una potencia naval que compitiera con Inglaterra y Francia.Gracias a sus posesiones en los Balcanes y en Italia, el imperio austríaco tenía acceso al Mar Adriático. En los astilleros de Pula, Trieste y Venecia el archiduque mandó construir una flota de buques de guerra, entre ellos ocho acorazados.
Sin embargo, a Fernando Maximiliano no le interesaban sólo los aspectos militares. Como gobernante ilustrado y partidario de reformas liberales tenía claro que el imperio de los Habsburgo tenía que granjearse el prestigio internacional también en el campo científico.
El viaje de Novara se proponía hacer visible el pabellón austríaco en los mares y océanos mundiales y proporcionar a los oficiales de la marina la oportunidad de adiestrarse, que no les podía ofrecer el Adriático.Pero a bordo de la fragata se encontraban también siete científicos de la Academia Imperial de Viena, entre ellos el talentoso geólogo Ferdinand von Hochstetter, de 25 años de edad.
La tarea del equipo científico era realizar durante el viaje exploraciones geográficas, botánicas y geológicas, investigar las corrientes marinas y medir el magnetismo de la tierra.
Novara zarpó del puerto de Trieste, en el Adriático, el 30 de abril de 1857. A bordo de la fragata había 350 tripulantes. 17 eran checos. La mayoría de ellos pertenecían al Cuerpo de Fusileros Navales.
El cadete checo, Karel Kalina, de dieciséis años de edad, alumno de la Academia Naval de Trieste, dejó a la posteridad en su diario un precioso testimonio sobre las aventuras de los tripulantes de Novara en los exóticos parajes que habían visitado.
Basándose en el diario del joven cadete, el científico y escritor, Dr.František Běhounek, publicaría en los años 40 del siglo pasado un libro titulado “Fragata navega alrededor del mundo”.
Tras hacer escalas en Gibraltar y en Madeira, la fragata de vela Novara necesitó siete semanas para cruzar el Atlántico y llegar a Río de Janeiro, en aquel entonces una ciudad de 250.000 habitantes.Kalina apuntó en su diario que la nave disparó en el puerto de la capital brasileña un total de 432 salvas, saludando a las fragatas allí presentes, incluida la española Villa de Bilbao. La mayoría de sus cañonazos atronaron los aires en homenaje a la boda del emperador de Brasil,D.Pedro II.
De Río de Janeiro la fragata viajó a Ciudad de Cabo y después visitó Ceilán, Madras, Islas Nicobar, Singapur, Manila y Hong Kong.
En Asia la tripulación de Novara pudo conocer las nefastas prácticas de la Compañía Británica de las Indias Orientales, que tenía el monopolio de comercialización del opio en toda la región.
El cadete Karel Kalina escribió en su diario que había visitado con los oficiales de Novara una fábrica para la purificación del opio que pertenecía a dicha compañía, que sacaba del negocio colosales lucros.
Cuando la fragata se acercaba en el verano de 1858 a Shangai, su tripulación avistó una veintena de buques de guerra ingleses y franceses. Éstos habían tomado parte en la Segunda Guerra del Opio en la que se enfrentaron el Reino Unido y Francia, por un lado, y China, por otro. Las potencias occidentales lograron que el emperador chino autorizase a regañadientes la legalización del comercio de opio.
Novara surcó las aguas del Pacífico y pasó un mes en el puerto australiano de Sydney. En el Año Nuevo de 1859 se encontraba en Nueva Zelanda donde el dr. Hochstetter descubrió una nueva especie de rana y otra de molusco.La tripulación se enteró en Nueva Zelanda de una creciente tensión entre Austria y Francia, lo que les obligó a recortar el viaje. Después de una estancia en Tahiti la fragata viajó a Valparaíso.
Tras doblar el Cabo de Hornos, Novara dirigió su proa hacia Europa. Terminó la vuelta al mundo el 26 de agosto de 1859 cuando acompañada por toda la escuadra de guerra austríaca, comandada por el archiduque Fernando Maximiliano, entró en el puerto de Trieste.
Novara trajo para el Museo de Ciencias Naturales de Viena y para la Academia Imperial de Ciencias 26.000 muestras botánicas, zoológicas, etnográficas y antropológicas, incluidos varios cráneos humanos.
A bordo de la fragata llegó a Europa también un gran cargamento de hojas de coca que utilizaría para su labor científica Albert Nieman, alumno de la universidad de Göttingen, Alemania. Perfeccionaría el proceso de aislamiento del alcaloide de la coca y daría el nombre de cocaína a la sustancia obtenida.
Pronto se ensayaría el uso de cocaína en la medicina como analgésico y anestésico. En 1862 la firma Merck de la ciudad alemana de Darmstadt empezaría a producir cocaína para fines comerciales.
Después de regresar del viaje alrededor del mundo, Novara fue remodelada en fragata de hélice, con propulsión mixta a vela y vapor. Estaba apta para hacerse de nuevo al mar. En la primavera de 1864 embarcó en la fragata el archiduque Fernando Maximiliano que había aceptado a instancias del monarca francés, Napoleón III, la corona de emperador de México. Su navío predilecto lo llevó a la nueva patria.Por su carácter liberal, el emperador Maximiliano perdió pronto incluso el apoyo de las fuerzas conservadoras que le habían ofrecido la corona imperial. Provocó la ira de los círculos eclesiásticos al negarse a derogar las leyes del Gobierno republicano, que expropiaban a la Iglesia sus inmensas propiedades.
El efímero emperador de México fue cercado por las tropas de Benito Juárez en la ciudad de Querétaro y fusilado en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867.
La fragata Novara viajó a México para transportar de vuelta a Europa el ataúd con el cadáver del desdichado monarca. De su tripulación seguía formando parte el checo Karel Kalina, que ya ostentaba el cargo de teniente de fragata.
El alférez Kalina había sido promovido a ese rango por el valor manifestado en la batalla naval librada cerca de la isla de Vis, en el Adriático, en la que en 1866 el imperio de los Habsburgo derrotó a la flota italiana. Novara, una fragata de madera, tuvo que enfrentarse a buques blindados con chapas de acero.
En 1876 Novara fue retirada de la marina de guerra y durante veinte años sirvió como buque escuela.