La corona checa cumple 100 años

Foto: Archivo del Banco Nacional Checo
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Hace 100 años, el 10 de abril de 1919, la Asamblea Nacional de la República Checoslovaca constituida pocos meses antes, aprobó el nombre oficial de la nueva moneda nacional, la corona checoslovaca.

Alois Rašín,  foto: Wikimedia Commons,  Public Domain
Un largo camino con diversas peripecias atravesó la corona checoslovaca y posteriormente checa durante los 100 años de su existencia. Pero a pesar de las dificultades a las que se enfrentó a lo largo de los años, por ejemplo cuando durante la ocupación nazi del país fue denominada corona del Protectorado de Bohemia y Moravia, o cuando con la partición de Checoslovaquia en 1993 pasó a llamarse corona checa, sobrevivió hasta el presente.

En octubre de 1918 fue constituida la República Checoslovaca independiente tras el desmoronamiento del Imperio austrohúngaro a raíz de la Primera Guerra Mundial. Pocos meses después, entre el 1 y el 12 de marzo de 1919, surgió la moneda del nuevo Estado independiente por medio de una reforma monetaria secreta, y poniéndoles nuevos timbres checoslovacos a los billetes austríacos. El autor del proyecto de la reforma fue Alois Rašín, primer ministro de Finanzas de la República Checoslovaca, como recuerda la historiadora Jana Čechurová de la Universidad Carolina de Praga.

“Fue una persona muy enérgica, capaz de enfrentar cualquier crisis. Rašín tenía además coraje suficiente para adoptar soluciones categóricas. Por ello no vaciló ni lo mínimo en separar la moneda checoslovaca de la austríaca y proceder a una reforma monetaria”.

Este paso ayudó significativamente al desarrollo de Checoslovaquia, tanto en lo político como en lo económico.

El nombre corona checoslovaca no surgió de un día a otro

Jakub Kunert,  foto: Archivo del Banco Nacional Checo
Al comienzo Alois Rašín no había pensado crear una nueva moneda que se denominara corona checoslovaca, según indica Jakub Kunert, del Banco Nacional Checo.

”La idea original de Rašín fue que en el país podían existir paralelamente dos tipos de monedas. Una sería un franco checoslovaco cuyo valor estaría respaldado por materiales preciosos, y la otra una corona checoslovaca, con un valor inferior. Cuando a comienzos del año apareció en el país una nueva moneda, no tenía nombre todavía. El nombre oficial, corona checoslovaca, no le fue otorgado hasta abril de 1919, con la aprobación de la nueva Ley Monetaria”.

La normativa, aprobada por la Asamblea Nacional checoslovaca el 10 de abril de 1919 puso fin definitivo en el país a la moneda austriaca con un timbre del Estado Checoslovaco, dando paso al uso oficial de la nueva moneda nacional, la corona checoslovaca.

De acuerdo con Kunert, sobre ese nombre se decidió tras un amplio debate nacional. Algunos sectores de la sociedad querían que se llamase halcón, por ejemplo, al igual que la popular organización socio-deportiva nacional, otros proponían como nombre león, copiando el escudo del país, o también remolacha, para destacar el significado de la remolacha azucarera, una de las plantas agrícolas de mayor cultivo entonces en el campo local.

Los primeros billetes checoslovacos eran falsificados con frecuencia

El billete checoslovaco de mayor valor,  foto: Aurea Numismatika
Poco después de ser aprobado el nombre de la moneda checoslovaca, comenzaron a aparecer los primeros billetes de 5000, 500, 100, 10 y 50 coronas, cuyos proyectos fueron elaborados por el pintor checo Alfons Mucha. Sin embargo, en vista de que al principio los billetes se hacían en imprentas tipográficas, con gran frecuencia aparecían en el mercado billetes falsificados. Por ello los billetes de 5000 coronas dejaron de usarse paulatinamente y se convirtieron en un artículo altamente preciado por los coleccionistas, de acuerdo con Lukáš Funk, empleado de la sección de numismática del Museo Nacional de Praga.

“El billete checoslovaco de mayor valor para los coleccionistas es sin duda el de 5000 coronas, del año 1919. Se aprecia porque se sabe de la existencia de sólo 36 de esos billetes en el mundo entero. En Chequia hay entre siete y ocho, y el resto se encuentra en colecciones numismáticas privadas o estatales en diversos países. El precio de cada uno de esos billetes se calcula entre 98 000 euros y 195 000 euros”.

Foto: Archivo del Banco Nacional Checo
Con motivo del centenario de la corona checoslovaca el Banco Nacional Checo mandó acuñar una moneda conmemorativa de oro con un valor nominal de unos 4 000 000 de euros. Con sus 130 kilos de peso y un promedio de 53.5 centímetros, se trata de la moneda más grande en un país de la Unión Europea y la segunda a nivel mundial, según afirman representantes del Banco Nacional Checo.

Esta moneda, junto con decenas de otros artículos relacionados con el surgimiento y desarrollo de la corona checa, se puede ver en una exposición titulada ‘100 años de la corona checo-eslovaca’, instalada en la antigua Caballeriza Imperial del Castillo de Praga. La muestra se prolongará hasta el 12 de mayo y ofrece igualmente diferentes ensayos de los billetes checoslovacos, realizados por destacados pintores y artistas gráficos nacionales como Alfons Mucha, Max Švabinský y František Kysela.

Representantes del Banco Nacional Checo han presentado este miércoles otra moneda con un valor nominal de 2000 coronas checas, que ha sido acuñada precisamente para el día del aniversario. Es posible adquirirla por 390 euros.