Una moneda en el aire: los checos se siguen resistiendo a apostar por el euro
Un nuevo estudio revela que la mayoría de los checos rechaza la adopción del euro. Las opiniones varían mucho entre votantes de distintos partidos.
El debate sobre la adopción del euro en la República Checa sigue siendo una moneda en el aire. Según un reciente estudio de la agencia NMS Market Research, el 72% de los checos se opone a la adopción de la moneda única europea, mientras que solo el 23% está a favor. Uno de los puntos más destacados del informe, sin embargo, consiste en que las opiniones varían según la afiliación política de los ciudadanos.
De acuerdo con el estudio, los votantes del partido Piratas son los únicos que muestran un claro apoyo al reemplazo de la corona checa por el euro. Un 65% de sus electores respaldaría la transición, mientras que el 33% prefiere mantener la divisa checa.
Por otro lado, dentro de la coalición gubernamental Spolu y del movimiento STAN, las opiniones cotizan de otra manera. Entre los votantes de Spolu, el 48% está a favor y el 49% en contra. En el caso de STAN, la balanza se inclina ligeramente a favor del euro, con un 52% de respaldo y un 47 % en contra.
Mientras tanto, los votantes de la oposición rechazan de lleno el precio y las ganancias que podría significar este cambio de moneda. Entre los votantes del partido ANO, el 86% está en contra de la iniciativa y solo un 9% la respalda. En el caso del SPD, el rechazo asciende al 91%. Entre los partidos extraparlamentarios, como los Motoristas, los niveles de oposición a la medida se mantienen por encima del 90%.
Sin embargo, los datos arrojados por la encuesta no representan verdaderamente una sorpresa. El ministro de Asuntos Europeos, Martin Dvořák, ya había anticipado a la Radio Checa que la tarea de convencer a la sociedad de adoptar la moneda común no sería fácil.
“Si el 65% de la población teme que la adopción del euro suponga un aumento brusco de los precios, el último informe del Consejo Económico Nacional afirma claramente que esas preocupaciones son infundadas. Del mismo modo, no existe ningún riesgo de asumir la responsabilidad por las deudas de otros países, ya que incorporaríamos la moneda en un momento en que ya se han asumido esos compromisos. Por lo tanto, creo que nuestra tarea actual consiste en aclarar estos conceptos erróneos”.
Un precio que no todos los partidos quieren pagar
El informe obtenido por la Radio Checa también indica que la postura sobre el euro influye en la decisión de voto de los ciudadanos. Para el 75% de los votantes de ANO y el 83% de los de SPD, la postura de un partido sobre la moneda europea es un factor clave a la hora de votar. En cambio, para los votantes de Spolu y STAN, la importancia de este tema es menor, con un 60% y un 55% considerándolo relevante, respectivamente.
A pesar de el claro precio a pagar por defender esta iniciativa, a la que Chequia se ha comprometido al ingresar a la Unión Europea, algunos partidos, como TOP 09, buscan incluir en su programa electoral un compromiso con la introducción del euro para el año 2030. Sin embargo, la división dentro de la coalición gubernamental hace improbable que se adopte una postura unificada sobre el tema.
En ese sentido, Dvořák había previsto que los pasos a seguir para allanar el camino hacia la adopción del euro requerirían paciencia y un tiempo considerable.
“Creo que un paso crucial para la adopción del euro es liderar, ampliar y profundizar el debate público. Este debate no se estaba produciendo antes, pero ahora sí, y tenemos la intención de continuarlo durante los próximos 10 u 11 meses. Organizaremos varias mesas redondas, celebraremos conferencias, asistiremos a charlas y participaremos en debates con estudiantes y ciudadanos. Creo que este enfoque puede ayudar, entre otras cosas, a aumentar ligeramente el nivel de apoyo al euro. De hecho, durante el año pasado, hemos visto un aumento del 20% a aproximadamente el 25%. Curiosamente, Eurostat ya ha informado de un apoyo del 49%, por lo que no estoy del todo seguro de dónde radica la diferencia metodológica entre su sistema y el nuestro. En cualquier caso, es un desafío para nosotros: tenemos trabajo por hacer y estamos comprometidos a hacerlo”.
A pesar del compromiso asumido por el país y a la luz de estos resultados, todo indica que los checos no piensan cancelar su deuda de adoptar el euro, al menos en el corto plazo.