Janáček, el gran maestro de la música clásica moderna checa
Este año celebramos el 170 aniversario del nacimiento de uno de los compositores checos más importantes, Leoš Janáček. La obra de uno de los máximos representantes de la música clásica moderna checa destacaba por una extraordinaria originalidad.
Janáček nació el 3 de julio como noveno hijo de los 14 que tuvieron sus padres Jiří y Amálie. A los 11 años, empezó a estudiar en una escuela monástica de la ciudad de Brno, donde fue nombrado más tarde jefe del coro. Luego se trasladó a Praga para estudiar en la escuela de órgano, donde conoció a otro de los grandes maestros checos, Antonín Dvořák. Janáček pasó a ser director de orquesta y comenzó a componer.
Al principio de su trayectoria, se dejó inspirar por las canciones populares moravas, componiendo Danzas de Laquia. En 1904, escribió una de sus obras esenciales, Jenůfa, que le sirvió de trampolín para el extranjero. En 1924, la ópera fue estrenada en Nueva York.
Entre sus obras posteriores destacan, sobre todo, Sinfonietta, la rapsodia para orquesta Taras Bulba y la Misa Glagolítica. Este último tema escrito en eslavo antiguo se convirtió en uno de los temas más originales de la música clásica a nivel mundial. Su última ópera llevó por título De la casa de los muertos, basada en la novela de Fiódor Dostoyevski.
Janáček se casó con una de sus alumnas, Zdena Schulzová, con la que tuvo dos hijos, Olga y Vladimír, que, por desgracia, murieron jóvenes a causa de tifus y la fiebre escarlata.
El compositor falleció el 12 de agosto de 1928 en Ostrava debido a una neumonía a la edad de 74 años.
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