Leoš Janáček, el hijo más famoso de la Región de Moravia-Silesia

Leoš Janáček

La región de Moravia-Silesia es la cuna de Leoš Janáček, desde donde emprendió su extraordinaria carrera musical hasta llegar a ser un compositor de renombre mundial.

El museo de Janáček en Hukvaldy | Foto: Romana Kubicová,  Český rozhlas

Leoš Janáček nació en 1854 en la localidad de Hukvaldy, como noveno hijo del maestro Jiří Janáček. Con un total de 14 hijos, la familia afrontaba problemas económicos. La madre de Janáček era una mujer culta y sabía tocar piano y órgano, pero se quedó en casa cuidando de los niños. Cuando su padre se enfermó gravemente, Leoš se vio obligado a salir de casa con tan solo 11 años de edad, según comentó para Radio Praga Internacional el profesor asociado del Departamento de Música de la Universidad Masaryk de Brno, Jiří Zahrádka.

“Había muchos niños, y la familia era muy responsable, por lo que todos los varones recibieron una buena educación, convirtiéndose en sacerdotes, maestros e ingenieros. En realidad, tenían la mejor educación de la época, por encima del estándar. Obviamente, las mujeres estaban en una situación peor. Se suponía que Leo, que cambió de nombre a Leoš cuando tenía 30 años, sería probablemente sacerdote”.

Convento de los Agustinos en Brno que alberga también el Museo de Mendel de la Universidad Masaryk | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

Janáček se dirigió a la fundación del Monasterio Agustino en Brno, que estaba a cargo de Pavel Křížkovský, compositor y músico número uno de Brno. Janáček obtuvo una buena formación musical, aprendiendo a tocar piano y órgano. Posteriormente se graduó en el Instituto Eslavo de Maestros, donde se dedicó también a la música. El punto de inflexión llegó cuando, con tan solo 18 años de edad, tomó el relevo de su maestro Křížkovský, ocupando el cargo de director del coro de Staré Brno. Más tarde llegó a dirigir la asociación artesanal Svatopluk, uno de los coros más importantes de Brno. En 1876 inició sus estudios en la Escuela de Órgano de Praga que concluyó exitosamente en tan solo un año mientras que, la duración normal eran tres años. También estudió en los conservatorios de Leipzig y Viena.

Leoš Janáček  (1882) | Foto: public domain

Una década después se convirtió en director del Beseda de Brno, el coro más importante de la región de Moravia, con el que organizó grandes conciertos como el Réquiem de Mozart, la Missa Solemnis de Beethoven y las cantatas de Dvořák, entre otras.

“Aquel pobre chico desconocido se convirtió sencillamente en una de las personalidades musicales más importantes de Brno en cuestión de 10 o 15 años. Si a eso añadimos que trabajó en el Instituto de Maestros y fundó y dirigió la Escuela de Órgano de Brno, era realmente un personaje importante”, señaló Zahrádka.

Janáček no se sentía atraído por Praga por muchas razones. Tal vez por la preocupación de que mientras en Brno era un personaje importante, en Praga tal vez no lo fuera. Además, en Praga se ganaría muchos enemigos debido a sus críticas respecto a la obra operística de Bedřich Smetana. En 1904 recibió la oferta de dirigir el Conservatorio de Varsovia, pero no la aceptó.

Un concepto moderno e innovador de la ópera

Jiří Zahrádka | Foto: Masarykova univerzita

Janáček es el autor de la famosa ópera Jenůfa, una pieza moderna con un concepto musical y dramático completamente innovador. Como el primer compositor, Janáček escribió una ópera sobre un texto en prosa. La acabó en sus momentos más tristes, cuando perdió a su segunda hija, que murió a los veintiún años de edad. En 1903, el compositor ofreció su obra maestra al Teatro Nacional, en Praga, pero la rechazaron por no ser oportuna para su repertorio. Jenůfa llegó a estrenarse en ese escenario hasta 12 años después, gracias al empeño de un grupo de conocidos del compositor. El estreno superó las expectativas y la obra fue presentada en 1918 en la Ópera Imperial de Viena y en 1924 en la Ópera Metropolitana de Nueva York. La fama del compositor creció también gracias al escritor Max Brod, que escribió una hermosa crítica. Leoš Janáček se convirtió a sus 62 años en un compositor de fama mundial.

Entre 1920 y 1928, los últimos años de su vida, Janáček compuso sus excepcionales óperas, como Katia Kabanová, la Zorrita Astuta, Sinfonietta, la Misa Glagolítica, el Caso Macropulos y De la Casa de los Muertos, entre otras. Su obra representa uno de los logros más significativos de la música del siglo XX, situando a su creador entre compositores dos generaciones más jóvenes. Cuanto mayor se hacía Janáček, más progresista y juvenil se volvía su música, relata Zahrádka.

Leoš Janáček con su amante Kamila Stösslová en Luhačovice | Foto: Moravské zemské muzeum

“No conozco a ningún otro compositor que creara una obra tan tremendamente juvenil y enérgica en los últimos ocho años de su vida, ya como un anciano. Debo señalar, y esto es muy importante, que Janáček nació en 1854. Generacionalmente estaba más bien con Antonín Dvořák y no como los vanguardistas y modernistas que acudían a festivales, es decir, sociedades de música contemporánea. Era divertido que entonces todos fueran jóvenes de veinte o treinta años de edad y Janáček estaba entre ellos, escribiendo la música más juvenil”.

Janáček se casó con Zdenka Šulcová, procedente de una familia burguesa de Brno. Aunque estaba enamorado de ella, eran dos personas completamente diferentes, lo que se reflejaba en su relación. No obstante, mantuvieron su matrimonio hasta el final, superando momentos difíciles, como la muerte de dos hijos. Janáček se enamoró varias veces de otras mujeres, pero no siempre era una relación íntima, sino platónica.

Brno amada y odiada

Luhačovice | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

El compositor tenía una relación especial con su pueblo natal Hukvaldy, donde regresaba cada vez más, mientras envejecía. Compró allí una casa, un bosque y tenía una huerta de manzanas. Sus lugares favoritos eran también la región de Valaquia, la localidad de Horňácko, y los alrededores de la ciudad de Luhačovice. Con la ciudad de Brno sintió sentimientos encontrados, comenta Zahrádka.

El teatro de Janáček | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“Era como una bola de plomo, que arrastramos detrás de nosotros, pero de alguna manera no podemos deshacernos de ella. Nos quedamos allí y trabajamos, aunque sabemos que probablemente sea el peor lugar posible. Pero por eso mismo, Brno tiene un encanto interior increíble. Era una ciudad industrial textil con fábricas, mal olor, había pobreza, pero aun así Janáček permaneció allí. Creo que Brno era importante para él y le gustó mucho, a pesar de que siempre la insultaba como, por ejemplo, cuando escribió en una carta enviada desde Viena: Cuánto me alegro de dejar por un tiempo el asco de Brno”.

La academia de Janáček | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

El legado de Janáček es más que evidente en la ciudad de Brno. En 1947 se fundó la Academia Janáček de Música y Artes Escénicas, nueve años más tarde se estableció la Orquesta Filarmónica de Brno, y en 1965 se inauguró un nuevo y moderno edificio del Teatro Janáček, donde la obra del compositor forma parte permanente del repertorio. A partir de 2004, la metrópoli morava alberga el Festival Internacional de Ópera y Música Janáček de Brno. Se proyectó también el Centro Janáček, una nueva sala de conciertos y sede de la Filarmónica de Brno, que se debería terminar en 2026. Por su parte, en el pueblo natal de Janáček se puede ver el monumento al compositor, la estatua de la zorra Bystrouška de su famosa ópera, y los visitantes pueden dar un paseo por el Sendero Janáček hasta llegar al lugar favorito del compositor.

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