Jan Kotěra, el gigante de la arquitectura moderna checa, murió hace 100 años
Arquitecto de importancia internacional, líder de la arquitectura moderna checa en la que se reflejaba el funcionalismo moderno, dejó una huella imborrable en muchos lugares de la República Checa.
Jan Kotěra abandonó su ciudad natal, Brno, a finales del siglo XIX para poder estudiar arquitectura en Viena. Ahí lo influenció en gran medida el profesor Otto Wagner, promotor de la arquitectura moderna. Gracias a Wagner, Kotěra llegó a conocer a Jože Plečnik, Josef Hoffmann, Josef Olbrich, Josef Urban u otro arquitecto importante nacido en Brno, Adolf Loos.
Después de regresar a Chequia, el primer encargo de Kotěra en 1900 fue la fachada de la Casa de Peterka en la Plaza Venceslao de Praga. Se trató de uno de los primeros ejemplos de la arquitectura moderna en las tierras checas. Entre sus otras obras maestras se pueden nombrar el monumental Museo de Bohemia Oriental en Hradec Králové, la Casa Laichter en Vinohrady, el mirador de la torre de agua en Třeboň o la Casa Nacional Prostějov. A finales de su vida, Kotěra se inclinaba hacia el neoclasicismo y lo aplicó en la Facultad de Derecho de la Universidad Carolina de Praga.
Kotěra también diseñó modificaciones del apartamento de Masaryk en el Castillo de Praga y el presidente le pidió a su amigo más cambios en el exterior del edificio igual que en los alrededores del Castillo. Kotěra, sin embargo, estaba enfermo y tuvo que rechazar el encargo de la modificación de Hradčany. Jože Plečnik fue elegido como su sucesor.
Alumnos dotados de Kotěra
A principios del siglo XX, el curso de la vida llevó a Kotěra de un éxito a otro. En 1910 aceptó la oferta de enseñar en la Academia de Bellas Artes de Praga y, así, educó a generaciones de arquitectos famosos. Entre sus estudiantes figuraban, por ejemplo, Jaromír Krejcar, Otakar Novotný, Josef Gočár, Jaroslav Vondrák, František Kavalír, Adolf Foehr, probablemente el arquitecto más prolífico de la época, František Janda, los hermanos Mayer, Jaroslav Rössler, Antonín Pfeiffer, Čeněk Vořech, František Vahala y Vilém Kvasnička. Todos ellos se impusieron como representantes importantes del modernismo y las corrientes arquitectónicas del período de entreguerras.