Chequia celebra el 150 aniversario del nacimiento de Jan Kotěra
Se cumplen 150 años del nacimiento del célebre arquitecto Jan Kotěra. Artista incomprendido y rechazado en su momento, terminó por convertirse en el padre de la arquitectura moderna checa.
Un 18 de diciembre de 1871 nacía en la ciudad morava de Brno el que terminaría por convertirse en una de las figuras más prominentes de la arquitectura checa: Jan Kotěra. Su obra refleja su voluntad por la evolución y la introducción de nuevas fórmulas creativas, con las que quiso dejar atrás el estilo Art Nouveau que predominaba en la Europa del momento.
De padre checo y madre alemana, su historia arranca en Brno para continuar poco después en Viena, capital del Imperio Austro-húngaro, donde cursó estudios de arquitectura y pudo acercarse a la obra del célebre Otto Wagner, maestro de la Academia de Bellas Artes de Viena, quien representaría una influencia decisiva para el joven Kotěra.
La famosa expresión que sentencia que “nadie es profeta en su propia tierra” bien podría resumir gran parte de la vida de Kotěra. Tras finalizar sus estudios en Viena, donde destacó por su talento y sus méritos académicos, decidió regresar a su Chequia natal, a una Praga donde tuvo un recibimiento bien distinto. Su origen checo-alemán o su procedencia y formación vienesa, en un tiempo en que las relaciones y el clima entre los checos y la capital austro-húngara no eran las mejores, además de la naturaleza hermética y casi provinciana de la Praga del momento, hicieron que Kotěra sufriese el rechazo de su tierra natal. Además de esto, generaba recelo su carácter rupturista y renovador en el plano artístico, que buscaba luchar contra los anticuados estilos arquitectónicos que dominaban la Chequia del momento.
Desde sus primeros trabajos trató de alejarse de la corriente del Art Nouveau, que dominaba por completo la escena del momento. En su lugar, incidió en la estructura, la función y el aspecto moderno de un edificio. Ejerció sobre él y su trabajo una gran influencia el lema de Wagner: "lo que no tiene un propósito no es bello".
Algunas de sus obras más famosas son el Museo Municipal en la bohemia Hradec Kralove o la casa de Peterka en la Plaza Wenceslao de Praga, aunque cabe mencionar que muchos de sus proyectos y diseños, por desgracia, nunca llegaron a materializarse. Con todo, su trabajo no solo se adscribe al plano arquitectónico, sino que se extiende a infinidad de ámbitos: artesanías, como platos y vidrio, muebles, interiores, linóleo, decoraciones de papel de pared e, incluso, lápidas, algunas de las cuales se pueden encontrar aún en los cementerios de Praga.
Sus ideas renovadoras y sus esfuerzos por poner a Chequia a la vanguardia del arte a través de la importación de nacientes influencias extranjeras, como la Secesión de Viena, le hicieron ganarse el recelo y el rechazo de muchos. Con todo, finalmente, el tiempo premió su esfuerzo y dedicación y lo puso en el lugar que merecía. Hoy Jan Kotěra se encuentra en el olimpo del arte nacional y es considerado por muchos como el padre de la arquitectura moderna en nuestro país.
Falleció el 27 de abril con apenas 50 años en la propia Praga, recibiendo sepultura en el Cementerio de Vinohrady, donde aún descansa.