Inteligencia artificial termina una composición de Antonín Dvořák

Antonín Dvořák

Un ordenador ha terminado una composición de Antonín Dvořák, basándose en los fragmentos encontrados de su obra. Más detalles con EK.

A partir de un análisis de los 115 opus del compositor checo Antonín Dvořák, un ordenador ha llevado al término un fragmento inacabado de su obra en la tonalidad de mi menor, encontrado en el Museo Checo de la Música.

La nueva composición surgió como parte del proyecto musical llamado AIVA (Artificial Intelligence Virtual Artist) que representa un diálogo entre el hombre y la inteligencia artificial. En el proyecto participa el pianista Ivo Kahánek, quien ha grabado el primer movimiento de la composición, así como la orquesta PKF (Prague Philharmonia Orchestra), que tocará el segundo y el tercer movimiento.

Los autores del proyecto AIVA/Dvořák: From the Future World, Richard Stiebitz y Filip Humpl de la empresa Wunderman, describieron la fuente de su inspiración con las siguientes palabras.

“En la base de este proyecto está la palabra ‘experimento’, el deseo de analizar cómo la inteligencia artificial se puede usar de forma creativa y qué posibilidades ofrece”.

La inteligencia artificial AIVA fue desarrollada por la compañía Aiva Technologies en Luxemburgo. El sistema ha adquirido el estatus de ‘autor’, otorgado por el administrador colectivo francés SACEM. Hasta ahora, AIVA ha analizado 30 000 composiciones, desde el Barroco hasta el siglo XX, a las que ya no se aplican los derechos de autor.

La inteligencia artificial tiene sus desventajas

Antonín Dvořák
La primera parte de la composición es una pieza de piano, que fue grabada por el pianista Ivo Kahánek. El músico es cauteloso al respecto.

“La inteligencia humana es un instrumento asombroso, capaz de un pensamiento sofisticado en muchos niveles, pero firmemente integrado en nuestra personalidad, inseparable de la emoción, la intuición y la moralidad. La inteligencia artificial, por otro lado, es una brillante demostración de un solo componente del interior humano, la capacidad del pensamiento racional. En esto se halla un enorme potencial tecnológico, pero al mismo tiempo un alto nivel de riesgo”.

La orquesta PKF está preparando la interpretación del segundo y el tercer movimiento de la composición. Según la portavoz de la orquesta, Iva Nevoralová, el factor humano es insustituible.

“Sin humanos no se puede. El ordenador compone la partitura, pero no hay signos de la dinámica, agógica, el tempo. El intérprete tiene que completar todo esto. De todos modos, es admirable lo que la máquina ha creado, basándose solo en un análisis racional”.

El proyecto culminará con la presentación del tercer movimiento en la sala Rudolfinum en Praga, bajo la batuta del director de orquesta Emmanuel Villaume. Según Villaume, el resultado de la inteligencia artificial es impresionante y legítimo, pero no es Dvořák.

El concierto en Rudolfinum tendrá lugar el 15 de noviembre.