Inspección: la Policía actuó de manera correcta en las manifestaciones antiislamistas
Una inspección confirmó que la Policía actuó de manera correcta y no cometió ningún error al separar los bandos de antiislamistas y simpatizantes de los refugiados en las multitudinarias manifestaciones efectuadas en Praga a principios de febrero. Los inspectores rechazaron las críticas de que los policías no intervinieron debidamente contra los extremistas de derecha que trataron de agredir a una marcha de la izquierda.
Sin embargo, el ministro del Interior, Milan Chovanec, admitió que en la intervención no se evitaron pequeños excesos, como en el caso de un policía que supuestamente rechazó ayudar a los reporteros de la Radiodifusión Checa, cuya unidad móvil fue agredida por los manifestantes.
El policía presuntamente les dijo que pidiera ayuda a guardaespaldas privados y que merecen la ira de los manifestantes por mentir de continuo al informar sobre la crisis de la inmigración. La inspección no logró identificar a dicho policía, reconoció el ministro.“El Policía no escapará de una sanción. Le ruego que se denuncie a sí mismo para que esta mancha no salpique todo el cuerpo policial. Porque así no se puede comportar un policía”, indicó.
Los policías antimotines tardaron tanto por la estrechez de las calles de Praga
La inspección rechazó tajantemente que entre los camorristas enmascarados hubiera incluso policías que querían provocar disturbios.Los inspectores también defendieron a la Policía, que en un momento crítico tuvo a disposición apenas siete agentes de la unidad corriente para separar a ambos bandos enfurecidos.
El Presidente de la Policía, Tomáš Tuhý, explicó que la unidad de policías antimotines tuvo problemas para trasladarse a tiempo al lugar del enfrentamiento por las estrechas calles del casco histórico de Praga.
“En cuanto recibieron el aviso sobre los disturbios, nuestras fuerzas se dirigieron a ese sitio, pero la llegada al lugar era muy complicada en estas calles tan estrechas”, dijo.El ministro de Justicia, Robert Pelikán, insiste en que la Policía cometió un error al no intervenir contra los manifestantes enmascarados, lo que prohíbe la ley checa. Además, Pelikán pidió imponer sanciones a los comandantes de la intervención, pero el ministro del Interior los defendió y destacó que, por el contrario, gracias al trabajo de la Policía no se provocaron incidentes más graves.