Fracasa la formación del Gobierno en Chequia
El primer ministro en dimisión Andrej Babiš no ha convencido a la Socialdemocracia para que integre un Gobierno de coalición minoritario. Después de tres meses de negociaciones todo ha fracasado.
Los únicos invitados con los que se contaba eran los comunistas, que con su apoyo facilitarían el voto de confianza para el nuevo Gabinete ante la Cámara Baja.
Andrej Babiš y su movimiento ANO ganaron las elecciones generales de octubre, pero sin alcanzar la mayoría para gobernar. Fue así como empezaron arduas negociaciones para formar un gobierno de coalición, pero los demás partidos le dieron la espalda.
La Socialdemocracia, derrotada en los comicios al recibir solo el 7% de los votos, cambió poco a poco de opinión y buscó sumarse al Gabinete de Babiš, siempre y cuando se cumplieran ciertas condiciones.
Todo se acabó el jueves por la noche, tal y como anunciara Babiš ante los medios de comunicación.
“Nosotros hicimos lo máximo posible. Ofrecimos cinco carteras, algo fuera de lo habitual, ministerios clave como Justicia y Trabajo y Asuntos Sociales”.
Uno de los detonadores del fracaso lo representó la exigencia socialdemócrata de querer el Ministerio del Interior, según explicó el líder de la agrupación, Jan Hamáček.“Quisimos que existiera una garantía de que la Policía puede trabajar en este asunto (juicio contra Babiš) de manera independiente y sin presiones. Pero la propuesta no fue aceptada”.
Los socialdemócratas, que encabezaron el Gobierno anterior en coalición con ANO y los democristianos, exigieron ya fuera la cartera del Interior o Finanzas, pero Babiš no cedió.
La tercera ficha sobre el tablero político la representan los comunistas. Dijeron que no querían carteras ministeriales, pero su apoyo fue condicionado a puestos en algunas Comisiones parlamentarias, así como la introducción de impuestos a las restituciones de las propiedades eclesiásticas.
Tras conocer la noticia del fracaso, el líder comunista, Vojtěch Filip, expresó a la prensa su disgusto.
“Criticamos al movimiento ANO y a la Socialdemocracia por no haber negociado a tres bandas. Dependerá ahora de la actuación del presidente de la República”.
Los socialdemócratas han jugado con la carta que representa el proceso judicial que afronta el primer ministro en dimisión, Andrej Babiš, por sospecha de fraude de fondos europeos.
En principio esto fue un obstáculo infranqueable para cualquier apoyo, que expresaron también otras formaciones, menos los comunistas y el presidente de la República, Miloš Zeman.
Con el correr del tiempo los socialdemócratas suavizaron su actitud, para volver a sacarla en las negociaciones del jueves. De acuerdo con el diario Lidové Noviny, el socialdemócrata Hamáček propuso un Gobierno sin líderes partidistas, y en caso de que se confirmen los cargos contra Babiš debería dejar el gobierno. No obstante eso fue rechazado.Ahora el comodín vuelve a estar en manos del presidente Zeman, que ha manifestado un claro y abierto respaldo a Babiš, a tal punto que tiempo atrás dijo estar en contra de elecciones anticipadas.
Babiš adelantó que la próxima semana se reunirá con el presidente Zeman para acordar nuevas medidas.