La Socialdemocracia considera que no existe razón alguna para dejar el Gobierno

Jan Hamáček, foto: ČTK/Vít Šimánek

El líder del Partido Socialdemócrata, Jan Hamáček, considera que no existe razón alguna para abandonar el gobierno de coalición que integra con el movimiento ANO, del primer ministro Andrej Babiš.

Jan Hamáček,  foto: ČTK/Vít Šimánek
Decenas de miles de personas han salido estos días a las calles capitalinas pidiendo la dimisión del jefe del Ejecutivo, Andrej Babiš, por un supuesto uso indebido de fondos europeos. Y todo indica que la presión continuará, puesto que los organizadores planean nuevas y mayores protestas.

Consultado por los medios de comunicación, el líder de la segunda agrupación gubernamental, el socialdemócrata Jan Hamáček reconoció que en la sociedad se viven momentos de tensión y que considera que sería bueno que Babiš dialogue con los organizadores de las protestas.

“La situación es seria. Esto se nota en la atmósfera que reina en la sociedad, las personas expresan su desacuerdo por medio de protestas. Creemos que es necesario hablar con ellos, y es por eso que pedimos al primer ministro que se reúna con los organizadores de las protestas. A nadie le interesa una escalada de la situación”.

Partiendo de la gravedad de la situación, varias agrupaciones de la oposición política han propuesto a los socialdemócratas una reunión para delinear el futuro del Gobierno, partiendo de la presión popular.

Hamáček ha sido tajante y en declaraciones a la prensa indicó que se trata de un asunto de los aliados de coalición y no de la Socialdemocracia.

“La Socialdemocracia no llegó al Gobierno para solucionar los problemas del movimiento ANO. Nuestro objetivo es implementar el programa de nuestro partido, y mientras eso sea factible no existe razón alguna para dejar el Gobierno”.

Cuando los socialdemócratas aceptaron integrar el Ejecutivo bicéfalo con el movimiento ANO, dejaron claro que retirarían su respaldo a Babiš en caso de que se comprobaran las sospechas de fraude de fondos europeos.

El prestigio del primer ministro Andrej Babiš se ha visto salpicado nuevamente a raíz de las auditorías de la Unión Europea que han dado a entender, según se filtró a los medios de comunicación, que existe colisión de intereses entre sus actividades políticas y comerciales. Hamáček está a la espera de resultados oficiales.

Andrej Babiš,  foto: ČTK/Michal Krumphanzl
“La República Checa debe preparar las respuestas correspondientes para las autoridades de la Unión Europea. Después esperaremos los resultados, y una vez conocida la versión oficial, la Socialdemocracia dará su parecer”.

Desde finales del mes de abril se han llevado a cabo multitudinarias protestas pidiendo la dimisión del primer ministro Babiš, investigado por la Comisión Europea por un supuesto uso indebido de fondos europeos, e imputado por la Policía checa.

Los manifestantes, convocados por la iniciativa “Un Millón de Momentos por la Democracia”, exigen también la dimisión de la ministra de Justicia, Marie Benéšová, nombrada recientemente y a la que consideran cercana a los intereses de Babiš. Su presencia al frente de dicha cartera pone en entredicho la independencia de la justicia, insisten los activistas.