Física y literatura, dos pasiones unidas en Praga
Cuando se trata de estudiar, uno siempre tiene que elegir, aunque conlleve abandonar otros sueños. La española Elena Buixaderas se graduó en física, pero nunca dejó atrás su gran afición, la literatura. Y vivir en Praga desde hace más de 15 años tampoco ha supuesto ningún inconveniente para seguir llevando a cabo sus dos pasiones.
“A mí Praga me enamoró, es una ciudad que me enamoró. Me costó al principio porque vine también en el mes de octubre-noviembre que es muy tristón, y al principio fue un choque cultural y de costumbres muy fuerte y el idioma además, era una gran barrera. Pero después, cuando llegó la siguiente primavera descubrí lo maravillosa que es esta ciudad y me dediqué a visitarla por todos los rincones y además otras ciudades de la República Checa y decidí que merecía la pena quedarse, por lo menos otros cuantos años más”.
De hecho, cuando Elena acabó el doctorado tuvo que volver a España para defenderlo pero ya tenía billete de vuelta a Praga. En el Instituto de Física había un puesto de investigadora para ella y desde el principio supo que lo aceptaría. En cuanto a su trabajo, ella misma explica en qué consiste.“El sitio donde trabajo sólo se hace investigación fundamental, lo que hacemos, en mi caso por ejemplo, es investigar materiales que luego se utilizan en electrónica. Que se utilizan en aparatos electrónicos de cualquier tipo, en ordenadores, móviles o cualquier dispositivo electrónico que uno tiene en su casa. Estamos financiados por el Estado solamente, no es ninguna empresa y tampoco damos clases. No pertenecemos a ninguna universidad y tratamos de encontrar materiales que nos hagan un poco la vida más fácil a todos”.
Su vida no gira únicamente a su labor como investigadora, sino que la combina con su pasión, la literatura. De hecho, Elena tiene una experiencia casi profesional. Estando en España publicó dos poemarios, ‘A Través de los Senderos Infinitos’ y ‘Desconcierto para Peregrinos’, por los cuales recibió dos premios. Y además, también escribió diversos poemas y relatos para revistas españolas.
Cuando llegó a Praga, el interés por la literatura no menguó, todo lo contrario, notó una falta de voluntad por divulgar actividades culturales en español. A raíz de este motivo surgió la idea de crear Luces de Bohemia. Un grupo de hispanohablantes residentes en Praga que realizan encuentros literarios mensuales con el objetivo principal de difundir la literatura española e hispanoamericana en la República Checa. Además, en este grupo tiene cabida todo el mundo, ya sean checos, españoles, latinoamericanos o de otras nacionalidades. El principal lazo de unión es la literatura, como explica Elena.“Y empezamos a pensar en hacer estos encuentros literarios distendidos, con música de fondo, donde leemos textos de nuestros autores para un público que en general es bilingüe. Forma parte de él estudiantes checos que quieren aprender el español, también gente que vive aquí, gente que viene con becas, y es un punto de encuentro para la cultura hispana”.
Luces de Bohemia se creó en 2004 y ha ido creciendo poco a poco hasta lograr organizar otro tipo de actividades aparte de los encuentros literarios, como son las representaciones teatrales. Además, cada vez son más los miembros que asisten asiduamente a estas reuniones, prosigue Elena.“Empezamos hace seis años, cada vez se nos conoce más, empezamos haciéndolo como una actividad más reducida y fuimos creciendo. Ahora, además de estos encuentros, hacemos otro tipo de actividades más profesionales como representaciones teatrales, lecturas dramatizadas, cosas para niños en concreto y colaboramos con muchos festivales en Praga y en otras ciudades de la República Checa”.
Tal está siendo su crecimiento que ya están organizando una representación de los Reyes Magos de Cervantes para el mes de enero, dirigido a los más pequeños. También tienen pensado colaborar con el festival Transteatral el próximo mes de abril. Elena afirma estar muy satisfecha con todos los avances que están consiguiendo, no obstante, se lamenta no recibir casi ninguna ayuda económica. Si fuera así, asegura, podrían disponer de más facilidades para llevar adelante más proyectos que tienen en mente.
Respecto a los autores, tienen una larga lista de escritores tanto españoles como latinoamericanos de los que hablan en sus encuentros literarios y representaciones teatrales, sigue explicando Elena.“Hay de todo. En principio lo que solemos hacer, cuando hacemos nuestros encuentros mensualmente o cada dos meses, elegimos un tema y lo enfocamos desde diferentes visiones literarias o diferentes generaciones. Se eligen autores desde medievales hasta contemporáneos. Y se eligen de diferentes países, de España, de Sudamérica, de Centroamérica, para ver diferentes visiones de un tema que se elige. Y cuando hacemos representaciones teatrales, elegimos autores contemporáneos para dar un poco a conocer a los autores de ahora”.
A pesar de haberse habituado a la vida checa y no tener intenciones de volver a su país, Elena sigue echando de menos algunas cosas de su tierra.
“¿Qué echo más de menos? Tres cosas fundamentales. Una, la familia y amigos que dejé allí, maravillosos amigos que tengo desde mis años de estudiante. Después, la luz. Aquí en verano la luz es maravillosa pero durante otoño e invierno escasea mucho, y la comida por dios, la comida”.
Tres pilares muy valiosos en su vida, pero sin los cuales se ha acostumbrado a vivir en Praga. Ella seguirá con su empeño porque Luces de Bohemia crezca cada vez más, porque como dijo una vez el ya fallecido Miguel Delibes, “un pueblo sin literatura es un pueblo mudo”. Y Praga, gracias a la perseverancia de personas como Elena Buixaderas, ha dejado de ser silenciosa.