Filatelistas del mundo entero se dan cita en Praga

František Beneš con la Carta de Bombay, foto: Klára Stejskalová

Los sellos más caros del mundo están presentes en la Exposición Filatélica Mundial, inaugurada este miércoles en la capital de la República Checa.

František Beneš con la Carta de Bombay,  foto: Klára Stejskalová

Unas 400 estampillas, incluidas las de más valor, se pueden ver actualmente en Praga en el marco de la Exposición Filatélica Mundial, organizada por la Unión Checa de Filatelistas. Entre las muestras más valiosas en la exhibición figuran el Mauricio Azul y el Mauricio Rojo.

Foto: presentación oficial de Praga 2018
La actividad, en la que participan coleccionistas de 67 países, se celebra en homenaje a varios importantes aniversarios de la historia checa que se conmemoran este año, como destacara Vít Vaníček, jefe del Comité Organizativo de la exposición.

”Este año es excepcional, ya que conmemoramos el centenario de la fundación de Checoslovaquia como país independiente. Al mismo tiempo recordamos el centenario de la emisión del primer sello postal checoslovaco y de la fundación del Museo Postal. Y hace 25 años, tras la división de Checoslovaquia, fue creada la República Checa. Son aniversarios de gran significado que los filatelistas los celebramos mediante la organización de esta Exposición Filatélica Mundial, Praga 2018”.

A nivel europeo este evento es el más importante de su género que tiene lugar este año. Los sellos están expuestos en varios lugares de la capital checa, algunos en el hotel Clarion, otros en el Museo Postal y en el Museo de Mucha. En el hotel Olympic, a su vez, los interesados pueden adquirir determinadas estampillas provenientes de los más distintos países.

El valioso Diploma de Mauricio se puede ver en Praga

Entre las piezas expuestas en Praga destaca el llamado Diploma de Mauricio, uno de los objetos filatélicos de mayor valor a nivel mundial, según sostiene František Beneš, miembro del Comité Organizativo de la exhibición filatélica.

Carta de Bombay,  foto: presentación oficial de Praga 2018
“No se trata de un diploma como tal, sino de una carta. Lo excepcional en ella es que está franqueado con dos sellos postales, dos Mauricios Rojos del mismo valor y con anchos bordes, lo que no tenían otras estampillas a mediados del siglo XIX, de cuando proviene la misiva. Los sellos entonces no tenían dientes y en los correos en Mauricio los recortaban con tijeras. En vista de que se trataba de las primeras estampillas emitidas en esa pequeña isla del Océano Indico, no sabían allí si dejarle los bordes o no, por lo que a veces no se los dejaban al recortarlas. De los conservados en total 11 Mauricios Azules, si no me equivoco y 12 Mauricios Rojos, sólo estas dos estampillas tienen un borde ancho. Los filatelistas consideran excepcional este hecho, por lo que la carta atrae mucha atención”.

El Diploma, o Carta de Mauricio, descubierta a finales del siglo XIX en La India, se exhibe en la República Checa por primera vez, acota František Beneš.

”La misiva había sido dirigida originalmente de la isla de Mauricio a la Sociedad Bíblica de Bombay que enviaba libros a Mauricio a un pastor evangélico local, así como a un pastor de la Iglesia católica anglicana. Desde aquel entonces, o sea desde que la carta fue descubierta en 1897 por el mundo de la filatelia, formó parte de varias colecciones filatélicas mundiales de mayor significado y había sido expuesta en mínimas ocasiones. A la República Checa la Carta de Mauricio llegó ahora por primera vez, al igual que los dos sellos provenientes de la isla que se exponen de forma individual, el Mauricio Rojo y el Mauricio Azul. Este último es la más famosa estampilla del mundo, y el ejemplar que se exhibe ahora en Praga es supuestamente el más bello de todos los Mauricios Azules que se conservan en el mundo”.

František Beneš,  foto: Klára Stejskalová
El propietario de la Carta de Mauricio, así como del Mauricio Azul y el Rojo, que se exhiben actualmente en la Exposición Filatélica Mundial, en Praga, es un inversionista checo, cuya identidad se conserva en el anonimato, indicó František Beneš.

”Los tres artículos son realmente propiedad de un inversor checo. Su Mauricio Azul formó parte originalmente de las colecciones del más famoso coleccionista del mundo que se llamaba Filip Ferrari de la Renotiére, cuyas actividades coleccionistas nadie las superó hasta el presente. Ese Ferrari fue hijo ilegítimo de la famosa familia Ferrari. Su padre fue un exiliado francés que vivía en la ciudad morava de Olomouc, y sus descendientes siguen viviendo allí hasta el presente. El hijo Ferrari no vivía en los territorios checos, pero visitaba frecuentemente a su padre aquí, y puede ser que alguna vez trajera consigo acá al Mauricio Azul que tenía en sus colecciones para enseñárselo a su padre. Ya en aquel entonces la estampilla tenía un gran valor. O sea que a diferencia de la Carta de Bombay, el Mauricio Azul ya pudo haber estado en estos territorios hace unos 100 años, pero no está confirmado”.

’Correos checoslovacos’, la estampilla checa de más valor

El sello postal checoslovaco de mayor valor se denomina ‘Correos checoslovacos’ y data del año 1919. Sin embargo, debido al relativamente reciente cambio de su propietario, por lo que no se alcanzó a cumplir los requisitos para poder participar en la exhibición, la estampilla no está presente en la Exposición Filatélica de Praga 2018.

Según recordara František Beneš, forma parte del evento una tal olimpíada filatélica, en la que es posible conquistar medallas, como en una actividad deportiva, por ejemplo.

Foto ilustrativa: ČT24
“Sí, se compite por medallas, de las que tenemos un amplio espectro. A diferencia de las Olimpíadas deportivas, en las que los deportistas pueden conquistar tres tipos de medallas, o sea de oro, de plata y de bronce, nosotros tenemos muchos niveles más. En el ambiente filatélico la meta a alcanzar es diferente a la de los deportes. Las muestras incluidas en el concurso filatélico las evaluamos de acuerdo a varios criterios, y puede pasar que la medalla de oro en una misma categoría la reciban dos y hasta cuatro estampillas a la vez. El jurado es internacional, integrado en su mayoría por miembros de la Unión Filatélica Mundial. Cabe agregar que los criterios de valoración en los concursos filatélicos en todo el mundo tienen sus raíces en la Checoslovaquia de los años 70. Muy pronto fueron adoptados por las uniones filatélicas de otros países y se aplican hasta el presente en todo el planeta”.

La Exposición Filatélica Mundial de Praga atrae al amplio público desde el primer día de su celebración y, de acuerdo con Vít Vaníček, jefe de su Comité Organizativo, los sellos postales representan un gran atractivo para las personas de todas las edades.

“El valor de algunos sellos es inmenso. Muchos forman parte del portafolio de inversión de numerosos coleccionistas. Y, naturalmente, las estampillas y la filatelia en general, incluidas cartas y sobres antiguos, telegramas, así como otros artículos relacionados con los servicios de Correos, atraen la atención de los coleccionistas y personas en general de todas las edades”.

La Filatelia tiene en la República Checa una larga tradición, como sostuvo Vít Vaníček, y se dice que ‘la filatelia es el rey entre las aficiones y la afición de los reyes’. La Unión Checoslovaca de Filatelistas fue una de las fundadoras de la Federación Filatélica Internacional en 1926. Y la primera Exposición Filatélica Mundial en Praga se celebró en 1938.

Las primeras estampillas que aparecieron en el mundo datan de 1840. En los territorios checos surgieron en 1850, pero los servicios de Correos existían entonces aquí ya 300 años. El sello reconocido a nivel mundial como el más valioso es el Magenta de 1 centavo de la Guyana Británica, cuyo valor se estima en nueve millones de euros. En el mundo existe sólo un ejemplar de esta estampilla.

La actual Exposición Filatélica Mundial Praga 2018 se prolongará hasta el sábado.