Eva Halanová, la traductora al checo de la exitosa trilogía Culpables
Organizadora de eventos, pero también profesora de checo y español, acaba de agregar el rol de traductora a sus múltiples ocupaciones. Y el bautismo fue nada menos que con un suceso editorial: la ficción juvenil Culpa mía de Mercedes Ron. En esta entrevista, Eva Halanová explica cómo se las ingenió para traducir el habla de los adolescentes y propone una curiosa analogía entre el aprendizaje del idioma checo y la forma de ser de los locales.
La idea se le ocurrió, casi de repente, a una amiga de toda la vida que trabaja en una editorial. Le propuso traducir al checo un libro relativamente breve para niños y, aunque Eva Halanová no rehusó el desafío, tampoco tardó mucho en darse cuenta de que ella y la literatura infantil no se llevaban demasiado bien.
“Con mi novio no hacíamos otra cosa que hablar de los protagonistas de este libro”.
Eva Halanová
“Entonces, mientras hablábamos de este libro me mandó un email diciendo si conoces a alguien, o si Anežka Charvátová conoce a algún buen estudiante que aquí hay una novela y te la mando para que la veas, pero no para mí, y yo le dije ‘bueno, sé que es un poco más largo, pero me parece que podría ser lo que me gustaría traducir’ y al final la convencí”.
Ese libro no era otro que Culpa mía, el primer tomo de la trilogía Culpables que revolucionó la plataforma Wattpad, vendió más de cien mil ejemplares y cuenta la historia de Noah, una adolescente que debe dejar su ciudad, novio y amigos para mudarse a la mansión del marido de su madre, donde termina conociendo a Nick, un joven no tan ejemplar como pareciera a simple vista. Cuenta Halanová que lo que la atrapó del libro fue, por un lado, su lenguaje actual y, por el otro, la manera en la que cuenta los vínculos afectivos de los adolescentes. También le interesó que se tratara del primer libro de una joven autora de la que, hasta ese momento, no sabía casi nada.
“Busqué por internet, vi que era un éxito en España y en algunos países de América Latina porque la autora es de origen argentino, aunque tiene nacionalidad española”.
A medida que la iba leyendo, Halanová tuvo la sensación de que se trataba de una historia muy cinematográfica y, de hecho, poco tiempo después se empezó a filmar una película basada en la novela que se estrenará en el mes de junio. También explica que ese lenguaje adolescente que la había atrapado desde un principio se terminó convirtiendo en uno de los grandes obstáculos de la traducción: no tanto porque le costara entender las expresiones en español, sino más bien porque no le resultó nada fácil encontrar las formas equivalentes en checo. En ese sentido, revela que las escenas sexuales eran especialmente difíciles ya que, en su opinión, lo que en español suele decirse de modo directo, en checo puede sonar muy desubicado.
“No conseguía encontrar el equilibrio entre el lenguaje juvenil e informal y el hecho de que se trata de un libro y, por lo tanto, no podía ser demasiado vulgar ni demasiado informal, y la verdad que ese fue el mayor problema hasta el final”.
Del mismo modo, asegura que otra gran dificultad tuvo que ver con el aspecto metódico; es decir, adquirir la disciplina necesaria para llegar a buen puerto porque, después de todo, se trataba de su primera traducción extensa y, por otro lado, tiene otros trabajos, por lo que no era fácil encontrar tiempo para todo.
“Cuando más necesitaba hacer la traducción, más trabajo había porque también hago organización de eventos y esto fue en diciembre que es cuando culmina la temporada de eventos, entonces eso fue lo más difícil”.
La luz al final del túnel
De todos modos, luego de un período bastante extenso de tensión y preocupaciones, Eva Halanová le fue encontrando la vuelta al asunto y, de hecho, recuerda que, ya en la última etapa, empezó a sentirse confiada y, más importante aún, encontraría una especie de recompensa que, si bien nada tenía que ver con el universo del libro, también contribuyó a volver un poco más liviano su trabajo.
“Lo bonito al final de todo el proceso fue que cuando ya me quedaban como dos o tres meses que eran ya adicionales respecto a la fecha de entrega original, conocí a mi actual novio: él no habla español aunque lo estudia hace un año y empecé a consultarle algunas cosas de checo, sobre todo si sonaban realmente como checo porque él es muy sociable y hablador y al final no hacíamos otra cosa que hablar de los protagonistas y de hacer bromas sobre cosas de nuestra vida, pero con referencia al libro y eso que llevábamos solo un mes o dos meses juntos”.
Como reconocimiento a su ayuda, Halanová no dudo en dedicarle la traducción a su novio. Y mientras espera la publicación de Culpa tuya, el segundo tomo, ya está empezando a traducir Culpa nuestra, el último libro de la trilogía Culpables. El primero salió en octubre del año pasado y si bien dice que tuvo buena acogida por parte del público checo, Halanová no deja de pensar que ese género no funciona igual en el mundo hispano que en República Checa.
“Me parece que en España y en América Latina el género New adult fiction tiene mucha más fama”.
Eva Halanová
“Me parece que en España y en América Latina este género que se llama New adult fiction tiene mucha más fama y, en teoría, es para personas entre los dieciocho y veintiséis años. En República Checa lo leen las mujeres, sobre todo las más jóvenes de dieciocho, pero incluso algunas de treinta y cinco años también”.
Por otro lado, entiende que, si bien ese primer libro reúne, sobre todo al comienzo, los típicos condimentos de una película estadounidense como son las peleas, las carreras de coches y mucha adrenalina, asegura que el final la sorprendió por la manera en que la autora logra mostrar cómo el pasado de las personas pueden llegar a influir en su presente. De hecho, Halanová tiene la convicción de que el giro que se da en esos últimos capítulos puede hacer cambiar la percepción sobre el libro e incluso modificar la opinión de quienes consideran que ese género acumula lugares comunes.
Las lenguas y los falsos amigos
Además de traducir y organizar eventos, Eva Halanová es profesora de español para checos y de checo para hispanoparlantes, lo cual le ofrece una situación de privilegio para reflexionar sobre ambos idiomas. En ese sentido, entiende que es bastante fácil aprender un español muy básico, aunque no tanto adquirir un nivel elevado, mientras que el checo suele costar bastante ya desde la primera clase. En ese sentido, encuentra cierta relación entre esos dos idiomas y lo que sería, en algún punto, la forma de ser de algunos de sus hablantes.
“Con un checo, al principio, necesitas tiempo para empezar a hablar más y conversar de cosas más profundas, para hacer amigos necesitas paciencia e ir conociendo a la persona, pero luego si es tu amigo te va ayudar en cualquier cosa que necesites; mientras que, en España, puede parecer que te haces amigos desde el primer momento, pero luego si hay algo más serio no puedes estar tan seguro de que la persona realmente te apoye”.
De acuerdo a su experiencia docente, dice Halanová que lo que más les cuesta del checo a los hispanos es entender el concepto de los casos, es decir, las diferentes terminaciones que adquiere cada palabra de acuerdo a su lugar en la oración y, por supuesto, aplicarlos correctamente a la hora de hablar. Para no sucumbir en el intento, ella recomienda tener mucha paciencia y asegura que, a la larga, el esfuerzo termina valiendo la pena. Es que, después de todo, no se trata solo de aprender la gramática sino también de entender, en algún punto, la manera de pensar de los checos.