Europa necesita un Ejército común, insiste Sobotka
Europa necesitará en un futuro próximo un Ejército común. Ese fue uno de los mensajes más importantes que subrayó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, en la reunión anual de los embajadores checos efectuada en Praga.
La fuerza armada de la Unión Europea debería funcionar como la OTAN. Su ventaja consistiría en una mayor flexibilidad, ya que los países comunitarios podrían aprobar el envío de tropas a una determinada zona sin el visto bueno de los países no europeos.
En todo caso, el Ejército comunitario no debería reemplazar del todo a la Alianza Atlántica, según explicó el ministro de Relaciones Exteriores, Lubomír Zaorálek.
“Los países europeos destinamos para la defensa unos 200.000 millones de euros, o sea más que China y Rusia en total, pero no logramos la eficacia necesaria, porque los medios se dispersan. Hoy existe la colaboración entre los países nórdicos y del Benelux, por ejemplo, pero en caso de que surja un conflicto en el huerto de la UE, en nuestra vecindad, no somos capaces de intervenir de manera contundente”, dijo.
Es un proyecto megalómano e irreal, sostiene la oposición
Por su parte, la oposición se muestra escéptica en cuanto el proyecto, que tilda de innecesario, según dijo el vicepresidente del partido TOP 09, Marek Ženíšek.“En mi opinión, más sentido tiene cumplir primero nuestros compromisos para con la OTAN y participar debidamente en su desarrollo que crear algo totalmente nuevo. Deberíamos mejorar lo que ya existe en vez de crear nuevas instituciones y estructuras”, insistió.
La opinión de Ženíšek la comparte también el presidente del Partido Cívico-Demócrata (ODS), Petr Fiala, que calificó el proyecto de “megalómano y absolutamente irreal”.
El jefe del Gobierno insistió en que la protección de la frontera exterior de la Unión Europea y la estabilización de los países afectados por la ola migratoria son las tareas principales en cuanto a la seguridad en Europa.
Tras la serie de ataques en Alemania y el atentado terrorista en Niza, el Viejo Continente tiene que prepararse para hacer frente a amenazas de todo tipo, subrayó Sobotka.
En cuanto a los demás problemas actuales de la política exterior, el primer ministro expresó su preocupación por el desarrollo de la situación en Turquía tras la intentona golpista en julio y las sucesivas purgas en el Ejército y el sector de la Justicia y Educación de ese país.
Entre otros riesgos de seguridad sigue figurando el conflicto ruso-ucraniano y la situación en Siria.
La reforma de la Unión Europea tras la salida de Gran Bretaña y la diplomacia económica fueron otros de los temas importantes tratados en la reunión de los embajadores en Praga.La buena noticia comentada en la sesión es que el comercio exterior checo está creciendo. Por ejemplo, las exportaciones a Estados Unidos el año pasado aumentaron en un 13%.