Tres victorias y dos derrotas cosecharon los equipos checos el jueves en sus encuentros de ida de la última eliminatoria para acceder a la UEFA Europa League.
Slavia de Praga contra el Estrella Roja de Belgrado, foto: ČTK
No solo fútbol ha traído la última eliminatoria previa a la fase de grupos de la UEFA Europa League. El partido que enfrentó al Slavia de Praga contra el Estrella Roja de Belgrado estuvo marcado, más que por la contundente victoria de los checos por tres goles a cero, por los disturbios causados por los ultras serbios. Anunciaron su llegada a la capital saqueando dos gasolineras en la región de Moravia y, ya en la capital, atacaron una oficina de cambio y destrozaron un restaurante, sembrando de caos y violencia el centro de la ciudad. Tras los enfrentamientos con la policía, a la hora del partido, varias decenas de hinchas ya habían tenido que abandonar el país y un centenar estaba en comisaría, en vez de en el estadio. Los tres goles del Slavia helaron los ánimos de los ultras serbios durante el partido que transcurrió sin incidentes.
Ultras del Estrella Roja detenidos por la policía en el centro de Praga
El otro equipo de Praga, el Sparta, ganó cómodamente en Eslovenia, pero sin brillo, ante el Maribor. Dos goles de la estrella indiscutible del encuentro, el marfileño Bony Wilfried, en las dos únicas ocasiones del Sparta durante todo el encuentro, dejan casi sin opciones al campeón de la humilde liga eslovena.
El tercer equipo que no tendrá problemas para clasificarse es el Slovan Liberec. Su excelente partido en Bucarest contra el Dinamo comenzó con el equipo al ataque y obteniendo su primer gol ya en el minuto cinco. Poco después del segundo tanto, en el minuto 84, el partido hubo de ser suspendido por la invasión del campo por parte de los descontentos hinchas rumanos. LA UEFA tendrá que decidir la sanción al club que, en lo que afecta al Liberec que es el resultado, puede suponer la derrota del Dinamo por 3:0.
Theodor Gebre Selassie y Jan Blažek del Slovan Liberec, foto: ČTK
Mal sabor de boca dejó la visita del Hapoel de Tel Aviv en Teplice, que sin apenas crear ocasiones logró vencer 1:2. Los israelíes se adelantaron en la primera parte con el gol de penalti que materializó su portero, el nigeriano Vincent Enyeama. Cuando el partido estaba casi por finalizar, Vondrašek logró empatar para los checos, que entonces se lanzaron al ataque. Pero el descuido de la línea defensiva le salió caro al Teplice, que encajó el segundo gol en el cuarto minuto del descuento con un contrataque del Hapoel. El entrenador del Teplice, Jiří Plíšek, se mostraba desanimado tras el encuentro.
“Creo que hemos tenido muy mala suerte. El Hapoel apenas llegó dos veces y recibimos dos goles. Nosotros hemos jugado bien, pero cuando atacábamos no éramos capaces de mantener el balón. Lo peor es que en Tel Aviv tendremos que hacer dos goles como mínimo”.
Pero quien recibió un serio castigo fue el Sigma de Olomouc, que tras el enfrentamiento en Liverpool contra el Everton, no puede soñar ni con un milagro en el partido de vuelta en casa. Dos goles de Saha y dos de Rodwell impusieron la autoridad de la Premier League inglesa, sacando el máximo partido a las pocas ocasiones que tuvo el combinado británico.
