En la Asamblea Federal checoslovaca fue cambiando la historia
El edificio de la Asamblea Federal Checoslovaca (Parlamento), hoy sede del Museo Nacional de Praga, fue donde se acordaron los cambios demandados en noviembre de 1989 por los estudiantes y las masas populares, y especificados posteriormente por el Foro Cívico.
Durante las manifestaciones masivas contra el régimen comunista de 1989, entre las primeras cosas que querían los ciudadanos figuraba la abolición de la policía secreta, la temida StB y la investigación de la intervención brutal de la Policía contra los estudiantes.
El líder estudiantil y actual diplomático checo Václav Bartuška contó a Radio Praga Internacional que formó parte entonces de una comisión para la supervisión del avance de esas investigaciones.”Nuestra principal demanda en los primeros días después de la intervención de la Policía el 17 de noviembre, fue que surgiera una comisión que lo investigara, y que fuera anulado en la Constitución el artículo sobre el rol hegemónico del Partido Comunista. Esa anulación fue aprobada por la Asamblea Federal el 29 de noviembre de 1989 y ese mismo día fue creada la comisión para el 17 de noviembre”.
Bartuška recordó que sin embargo, eso fue precedido por multitudinarias manifestaciones, en las que los ciudadanos se identificaron plenamente con el estudiantado y los disidentes.
(Queríamos) que fuera anulado en la Constitución el artículo sobre el rol hegemónico del Partido Comunista”.
”Hubo muchas manifestaciones ya desde agosto de 1988 y su transcurso fue idéntico. O nos mandaron a la cárcel, o fuimos golpeados o ambas cosas. Pero no imaginé entonces, ni tampoco ninguno de mis compañeros, que iría a pasar algo tan trascendental”.
La última vez en que Bartuška fue interrogado por la StB fue el 19 de noviembre. Diez días después la Asamblea Federal acordó que Bartuška integraría la comisión para la investigación de los sucesos del 17 de noviembre. El trabajo no fue fácil porque además de estudiantes había en la comisión muchos diputados del régimen, y también se infiltraron miembros de la policía secreta, cuenta Bartuška.
“Pero tenían que tomarnos en serio, porque representábamos al movimiento estudiantil que era apoyado por gran parte de la población. Tenían lugar grandes manifestaciones en Praga y por el resto del país, el 27 de noviembre hubo huelga general. Lo quisieran o no, los comunistas se vieron obligados a tomarnos en serio”.
La semana siguiente se acordaron en la Asamblea Federal también otros cambios clave, sostiene Bartuška.”Fue retirado el Gobierno federal y los gobiernos de las dos repúblicas, la checa y la eslovaca. Se procedió a la elección de una nueva dirección de la Asamblea Federal y Alexander Dubček llegó a encabezarla. En diciembre del 89 entraron al parlamento miembros de la oposición y posteriormente comenzaron los preparativos para las elecciones libres de 1990”.
Las negociaciones con representantes del régimen comunista las asumió el Foro Cívico, sobre todo Václav Havel. Estuvieron presentes también dirigentes estudiantiles, pero estos no tenían la palabra decisiva, recuerda Bartuška.
”Lo que ocurrió en noviembre y diciembre del 89 fue más bien una capitulación de parte del Partido Comunista”.
”Lo que ocurrió en noviembre y diciembre del 89 fue más bien una capitulación de parte del Partido Comunista. Nosotros esperábamos negociaciones, pero ellos abandonaron prácticamente sus puestos”.
Sin embargo, no todos se retiraron y, de acuerdo con el diplomático Václav Bartuška, hasta las elecciones libres de junio de 1990 era posible encontrarse en el Parlamento tanto con rostros nuevos, como con miembros del antiguo régimen comunista. Lo que, según Bartoška, era bastante raro.