Miles de checos reconstruyeron la marcha de los estudiantes de 1989

Foto: Enrique Molina

Hasta 10 000 personas se estima que participaron este domingo en una marcha en conmemoración del 30 aniversario de la Revolución de Terciopelo. En 1989, un grupo de estudiantes que hacía este recorrido fue atacado por la Policía en la Avenida Nacional de Praga.

Foto: Enrique Molina

Una marcha por el Día Internacional del Estudiante el 17 de noviembre de 1989 en Praga desembocó en las protestas que posteriormente pasarían a ser conocidas como la Revolución de Terciopelo, y que pondrían fin a 40 años de régimen comunista.

Como parte de las celebraciones del “Festival de la Libertad”, que conmemora los casi 30 años de democracia en el país, unas 10 000 personas reconstruyeron este domingo en Praga la marcha estudiantil del 89.

Foto: Enrique Molina
Para conocer un poco más sobre esta iniciativa, Radio Praga Internacional entrevistó a Lukáš Černý, presidente de la asociación “Díky, že můžem”, una de las organizaciones implicadas en el “Festival de la Libertad”, que consistió en diversas actividades que se pudieron ver este domingo en varias ciudades checas.

“El `Festival de la Libertad` es una plataforma ciudadana que une a organizaciones que se centran en el 17 de noviembre. Nuestra misión es asegurar que la gente conozca todas las actividades que se están celebrando tanto en Praga como en otras ciudades. En Praga hay unas 18 actividades que están conectadas, y hay 50 ciudades checas que también están participando”.

La reconstrucción de la marcha de estudiantes fue una de las actividades que más público atrajo. Al igual que hace 30 años, la marcha partió desde el barrio de Albertov. El 17 de noviembre de 1989 los estudiantes se dirigieron a la tumba del poeta checo Karel Hynek Mácha, en Vyšehrad, donde depositaron flores y leyeron poesía.

Pero cuando más tarde parte de la masa de gente se dirigió a la Avenida Nacional, la Policía se abalanzó contra ellos.

Foto: Enrique Molina
La reconstrucción de este domingo también se dirigió a Vyšehrad, pero por motivos de seguridad no emuló a la marcha de 1989 y no entró a la Avenida Nacional, ya que el resto de los actos que se estaban celebrando en el centro de Praga no permitían moverse con facilidad.

Para revivir la atmósfera real que se vivió hace 30 años, los organizadores colocaron megáfonos por todo el recorrido en los que resonaban los recuerdos reales de personas que estuvieron en aquel entonces en la manifestación, como aproximó para Radio Praga Internacional Dominika Antonie Pfister, mánager de relaciones públicas de Korzo Národní.

“Nuestro objetivo es recordar la ruta y la atmósfera de la marcha estudiantil que se inició en este mismo lugar hace 30 años. Es una reconstrucción donde habrá audios con recuerdos de personas que estuvieron allí. A lo largo del recorrido hay megáfonos donde pueden escucharse sus experiencias. Hay recuerdos positivos, algunos negativos, y otros totalmente triviales, como una persona que dice que tenía frío y se fue”.

Lukáš Černý añadió que esta es una buena manera de que los más pequeños conozcan la historia de Chequia.

“Pensamos que sería genial que los padres enseñen a sus hijos lo que sucedió y que la gente pueda revivir lo que pasó. Por eso hemos puesto unos 50 megáfonos por el camino, con los recuerdos de personas que de verdad estuvieron allí”.

Foto: Enrique Molina
Entre los recuerdos que se compartieron con los participantes desde los altavoces, no faltaron algunos de carácter cómico que consiguieron despertar la sonrisa de los asistentes.

“Después fuimos a Vyšehrad y recuerdo que alguien me dio una vela que encendí. Cuando me giré para buscar a mis conocidos, le acabé quemando el pelo a una mujer”.

La marcha fue un éxito de asistencia y transcurrió sin incidentes. Para recordar estos hechos, acudieron al lugar personas de todas las edades, así como familias con niños. Algunos de los allí presentes portaban pancartas con lemas de descontento hacia la política checa o con manifestaciones a favor de la defensa de la libertad.

Por ejemplo, una de las asistentes, Marie, contó a Radio Praga Internacional por qué había acudido a la marcha.

“Estoy aquí para rendir homenaje a los que hace 30 años lucharon por nuestra libertad. Valoro la libertad que tenemos y quiero apoyar que la sigamos manteniendo, ese es el motivo principal”.

En la colina de Vyšehrad, muchas de las personas que estaban allí reunidas depositaron flores, al igual que lo hicieron los estudiantes el 17 de noviembre de 1989. Después, bajaron de nuevo hasta la orilla del río Moldava, donde la marcha terminó.