El último paradero de Santa Inés de Bohemia sigue un secreto

Die Ausgrabungen in der Prager Kastulus-Kirche (Foto: Barbora Kmentová)

El paradero de los restos mortales de Santa Inés de Bohemia sigue desconocido. Las investigaciones arqueológicas en la iglesia de San Cástulo de Praga, realizadas esta semana, han descubierto restos de esqueletos, pero en una tumba del siglo XVIII.

El ruido de martillos, aspiradoras, flashes de cámaras fotográficas y voces humanas se escuchó este martes y miércoles en la Iglesia de San Cástulo de Praga. Aquí, en las cercanías del Convento de Santa Inés, los arqueólogos esperaban encontrar una cajita con los restos mortales de una de las patronas de las tierras checas, siguiendo una pista que les dieron las visiones de una monja.

Jan Royt
La tumba de Santa Inés se busca desde hace siglos y según el historiador del arte Jan Royt, hay que verificar cualquier indicio.

“La información sobre los restos mortales de Santa Inés dejó de ser verosímil durante las guerras husitas. Después incluso aparecen testimonios históricos que ponen en duda su autenticidad. Existía un relicario pero no es seguro si contenía los restos de Santa Inés. Tras las reformas de José II, que cerró el convento, toda la información histórica es insegura”.

Miloslav Vlk
Los arqueólogos abrieron el suelo de la iglesia en dos lugares al lado del altar. Hallaron trozos de cerámica, cristal y revoques y varios ataúdes de madera de la época del barroco que excluyen el depósito de los restos mortales de Santa Inés.

La hija menor del rey Premislita Přemysl Otakar I renunció a su posición de princesa y entró en un convento de Clarisas descalzas, que fundó, para ayudar a los pobres y enfermos. Fue canonizada en noviembre de 1989, pocos días antes de la Revolución de Terciopelo, según señala el cardenal Miloslav Vlk.

“Con Santa Inés se vincula la caída del comunismo en Checoslovaquia y el comienzo de una era nueva de nuestra Historia. Se habla del milagro de Santa Inés. Para la Iglesia cada reliquia representa objeto de respeto y relación hacia el Santo”.

Inés falleció en 1282 y fue enterrada en el convento que hoy lleva su nombre. Se supone que las hermanas trasladaron sus restos mortales en el siglo XIV o XV para protegerlos de una inundación o de las tropas husitas.

Un supuesto trozo de mandíbula de Santa Inés de Bohemia está depositado en el Monasterio de El Escorial, en España. Una parte de esta reliquia la recibió el Cabildo Metropolitano de la Catedral de San Vito de Praga.

La búsqueda de la tumba de la princesa Premislita continuará. Y se seguirá transmitiendo la leyenda que el día en que se descubran los restos mortales de Santa Inés, vendrán la felicidad, el amor mutuo y el bienestar a Bohemia.

Fotos: Barbora Kmentová

Autores: Andrea Fajkusová , Martina Bílá
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