Santa Inés, patrona de la Revolución de Terciopelo
Hace exactamente 30 años el papa Juan Pablo II canonizó a Inés de Bohemia, convertida posteriormente en uno de los símbolos de la Revolución de Terciopelo.
Inés de Bohemia fue una de las representantes más importantes de la dinastía Premislita. Trabajó como abadesa, cuidó de los enfermos y los pobres, y fue una figura prominente de la vida política, cultural y social del siglo XIII.
El 12 de noviembre de 1989, Inés de Bohemia fue canonizada por el papa Juan Pablo II. La santificación tuvo lugar en la basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, en presencia de unos 10 000 creyentes de Checoslovaquia y expatriados checoslovacos que vivían en el exilio. A la ceremonia asistió, entre otros, el peregrino Zdeněk Míša, quien compartió con la Radio Checa sus recuerdos del evento.
“Cantamos el Coral de San Venceslao y el himno checoslovaco. La gente lloraba”.
La canonización de Inés de Bohemia se asoció con los cambios revolucionarios del final del año 1989. El hecho de que se permitiera la peregrinación de miles de creyentes checoslovacos al extranjero fue una señal de un régimen debilitado, como dice el historiador Petr Kubín.“La Iglesia católica fue una de las organizaciones más perseguidas, una de las más resistentes al régimen comunista. La peregrinación mostró que el comunismo estaba agonizando”.
Debido a que la canonización de Inés de Bohemia se realizó pocos días antes de la histórica fecha del 17 de noviembre, la santa se convirtió en un símbolo de la Revolución de Terciopelo.
Con motivo del 30 aniversario de la santificación tiene lugar estos días en Roma una peregrinación nacional. A la capital italiana emprendieron un viaje los obispos checos y moravos, el ministro de RR.EE., Tomáš Petříček, una delegación de senadores, cerca de 200 músicos y más de 2000 peregrinos de Chequia.
Los viajeros se reúnen este miércoles con el papa Francisco, como parte de una audiencia general. En esta ocasión, le regalarán al soberano del Vaticano la Corona de Santa Inés de Bohemia, obra del escultor Daniel Ignác Trubač. En su centro se encuentra un espacio para colocar una reliquia de Santa Inés, en el supuesto de que se encuentre su tumba, que ha permanecido oculta durante 700 años.
Inés de Bohemia (1211?-1282) fue la hija menor del rey Přemysl Otakar II. A su figura está consagrada la iglesia de Santa Inés, en Praga.