El nuevo tipo de letra Comenia Script genera discordia en los centros escolares
La delicada posición del presidente de la Cámara de Diputados Checa, Miloslav Vlček, la polémica en torno a la nueva caligrafía que debería empezar a enseñarse pronto en las escuelas checas y los malos tiempos para el comercio minorista checo son algunos de los temas de la prensa checa de este jueves.
Durante varios días negó haber violado la ley con ese movimiento de dinero, hasta que ayer reconoció que en 2005 estaba vigente la ley que obliga a que sumas tan altas se muevan solo a través de transferencia bancaria. A esta sospechosa actividad monetaria, que le puede costar su puesto en el partido, se añaden las relaciones con el empresario Petr Vrtal.
La empresa de Vrtal, PV Real, recibió una subvención de un millón de euros para un centro sin ánimo de lucro que finalmente resultó ser un hotel de lujo. El periódico Hospodářské Noviny descubrió que Vlček participó en las gestiones de la dotación. El político negó conocer a Vrtal hasta hace dos semanas, cuando admitió que Vrtal era su asesor legal.
Mladá Fronta Dnes se hace eco de la polémica suscitada por la futura introducción en las escuelas checas de un nuevo tipo de letra caligráfica, la Comenia Script. Muchos profesores se quejan de que la nueva tipografía es demasiado fácil y no desarrollará lo suficiente las capacidades motoras e intelectuales de los niños
Por otro lado, otros maestros consideran que la Comenia Script hará más fácil el aprendizaje de la caligrafía. El psiquiatra Petr Pöthe no ve relación alguna entre los tipos de letra complejos y el desarrollo intelectual de los estudiantes, y advierte que la caligrafía compleja puede ocasionar frustración.
Pöthe añade además que en otros países los escolares aprenden a escribir con letra de imprenta y no por ello son menos inteligentes. Precisamente, y según recalcan los partidarios del nuevo tipo de letra, en el extranjero tienen problemas para entender la letra de los checos.
El diario económico Hospodářské Noviny llama la atención sobre el marcado descenso de los ingresos en el comercio minorista checo. El año pasado, en alimentación y productos de droguería, las ganancias del sector cayeron un 2,4 por ciento, uno de los peores resultados de Europa, solo mejor que el de Eslovaquia e Irlanda. Por ejemplo, en Polonia y Noruega aumentó un 6 por ciento y en España un 0,6 por ciento.
De esta manera se está desarrollando en la República Checa una batalla por el cliente, que están perdiendo tanto el pequeño comercio como los superdescuentos, unos porque no pueden ofrecer grandes ofertas y los otros porque venden rebajados productos que ya de por sí son baratos.
Los ganadores son los supermercados, que están realizando descuentos en productos de mayor calidad, según informa el diario. De hecho, son los únicos que han aumentado sus ingresos, en un 4,1 por ciento, mientras que el pequeño comercio y los superdescuentos los han visto reducidos en un 7,6 y u 6 por ciento respectivamente.
