El Malbec trata de conquistar los paladares checos

El Día del Malbec en Praga, foto: Dominika Bernáthová

El Día del Malbec, dedicado a la cepa más cultivada y exportada de Argentina, se celebró recientemente en unos 60 países, entre ellos también la República Checa. Casi una veintena de importadores han presentado en Praga lo mejor de este caldo de intenso color y un sabor rústico para conquistar los paladares de los amantes del vino checos.

El Día del Malbec en Praga,  foto: Dominika Bernáthová
Cientos de expertos, importadores y distribudores acudieron al homenaje a la uva más emblemática de la viniviticultura argentina. Originaria del suroeste de Francia, la variedad malbec echó las raíces en las tierras argentinas en 1853, cuando el entonces presidente, Domingo Faustino Sarmiento, puso en marcha la misión de transformar la industria vinícola del país, introduciendo nuevas cepas.

La uva, actualmente el líder indiscutible de las ventas del vino argentino, se adaptó perfectamente a la región, según matizó el embajador de Argentina en la República Checa, Guillermo Federico Kreckler.

Embajador de Argentina en la República Checa,  Guillermo Federico Kreckler. Foto: Dominika Bernáthová
“Tiene la suerte de tener climas espléndidos. El suelo tiene también muchos minerales, así como el agua de riego que viene de la cordillera. Se adapta perfectamente porque tiene un clima cálido de día que de noche refresca”.

Según destacó el jefe de la misión diplomática, Argentina produce anualmente en total un millón de hectólitros de vino y las exportaciones alcanzan unos mil millones de dólares. Secundada por la variedad de cabernet sauvignon, malbec representa el 57% de las exportaciones, siendo la uva más cultivada.

“El malbec se cultiva desde Salta hasta la Patagonia. Son unos 2.000 y pico kilómetros donde se cultiva. En total en Argentina son unos 31.000 hectáreas del malbec. El vino se exporta en mayor medida y en mayores cantidades hacia Asia, EE.UU, Canadá, Reino Unido, Brasil y la Unión Europea también”.

Iveta Daniel,  foto: Dominika Bernáthová
Aunque reconoce que los checos son aún unos consumidores de vino conservadores, optando sobre todo por la uva nacional, la importadora Iveta Daniel, afirma que van encontrando camino hacia el vino argentino.

“El vino de Argentina es muy popular en Chequia, ya que el vino tinto especialmente es de mucho cuerpo, de mucha fragancia, es un vino muy interesante. Los checos los perciben con una buena opinión y les encanta también el precio, que es muy competitivo, y la calidad muy buena”.

Jaroslav Kšána  (a la izquierda),  foto: Dominika Bernáthová
Dedicándose a la importación desde hace 13 años, Iveta Daniel ha registrado que las mayores ventas de los vinos extranjeros pertenecen a las variedades procedentes de Francia e Italia. El vino argentino sin embargo también se sitúa en una favorable posición en el mercado checo. Jaroslav Kšána importa a Chequia los vinos procedentes exclusivamente de una bodega familiar de la provincia argentina de Mendoza. Según apunta, la situación económica actual hace que se estanquen un poco las ventas.

“Había años cuando vendía muchas botellas pero ahora por esta crisis económica grande mundial se vende poco”.

Viviendo en Argentina durante varios años, Jaroslav Kšána conoce la pasión de los argentinos por el malbec.

El departamento cultural de la Embajada de Argentina en la República Checa,  foto: Dominika Bernáthová
“Los argentinos lo beben como agua, acompañando las comidas, la carne. Los sommelieres lo recomiendan para bistecs de toro con unas salsas blancas”.

Según destacó el importador, en ningún lugar del mundo se comen tantas salsas como en la República Checa, así que el malbec podría gozar de un gran éxito en el país.

Las Embajada de Argentina en la República Checa celebra el Día del Malbec en Praga desde 2011 a fin de tratar que los vinos argentinos y especialmente esta variedad encuentren su lugar fijo en el mercado de vinos checos.