El ‘Jardín de la Libertad’: Hace 35 años Hans-Dietrich Genscher abrió las puertas de Occidente a miles de ciudadanos de Alemania Oriental
El 30 de septiembre de 1989, en el jardín de la Embajada de Alemania Occidental en Praga se produjo uno de los más importantes acontecimientos del fin de la Guerra Fría. El entonces ministro de RR.EE. de la República Federal de Alemania, Hans-Dietrich Genscher, apareció en el balcón del Palacio Lobkovic y anunció a los aproximadamente 4000 refugiados de Alemania del Este, que pueden irse a Alemania Occidental.
Esta información provocó entre los refugiados que desde hace semanas esperaban en el jardín de la embajada una inmensa ola de alegría y alivio, así como esperanza de libertad. “Wir sind Ihnen gekommen, um Ihnen mitzuteilen, dass heute Ihre Ausreise…” Esta frase de Genscher fue interrumpida por unas fuertes ovaciones de la multitud. Esa fue, al parecer una de las frases más famosas y a la vez nunca terminadas en la historia alemana y checa. Más tarde Hans-Dietrich Genscher recordaría esa intervención suya como “uno de los instantes más emotivos de su vida”.
Después del discurso comenzó el éxodo masivo de los alemanes del este
Sólo unas cuantas horas después los refugiados comenzaron a subir a los autobuses que llegaron a la embajada y que les llevaron a la estación de trenes de Libeň en Praga. Desde allí, un tren de la empresa Ferrocarriles de Alemania del Este los llevó a Alemania Occidental.
La noticia sobre ‘los trenes de libertad’ se extendió con gran rapidez, por lo que tres días más tarde el jardín del Palacio Lobkovic recibió a cerca de 5000 alemanes del este, y otras 2000 personas se encontraban junto a la puerta de la embajada. Las calles de Malá Strana las bordeaban automóviles abandonados marca Wartburg y Trabant.
Esos sucesos se convirtieron en el símbolo del fin de la Cortina de Hierro y en un presagio del posterior derrumbe del Muro de Berlín. A los miles de alemanes del este que en verano y otoño de 1989 a través de la Embajada de la Alemania Federal hallaron el camino hacia la libertad, los recuerda en el jardín de la Embajada de la República Federal de Alemania en Praga una reproducción de la obra del artista checo David Černý, un automóvil Trabant con cuatro piernas.