El Gobierno cierra los distritos de Trutnov, Cheb y Sokolov
La rápida expansión del coronavirus y la situación de los hospitales en los distritos de Trutnov, Cheb y Sokolov, han llevado al Gobierno a decretar el cierre perimetral de sus territorios.
En los últimos días se han repetido los traslados de pacientes con COVID de las regiones de Karlovy Vary y Hradec Králové a otros hospitales del país. La saturación hospitalaria que están atravesando y el rápido aumento de casos puede deberse a la mutación británica del coronavirus, que el Instituto de Salud Estatal ha encontrado en la mayor parte de los nuevos contagios en el distritito de Trutnov, en la región de Hradec Králové.
Precisamente esa es una de las tres demarcaciones que el Gobierno ha decidido cerrar perimetralmente desde este mismo viernes, tal y como anunció en la mañana del jueves el ministro de Salud, Jan Blatný.
“Se trata de zonas en las que la cantidad de nuevos contagios en un determinado periodo es tres o cuatro veces mayor que en otras y en los últimos días se han producido nuevos incrementos. Son los distritos de Cheb, Sokolov y Trutnov. Hemos decidido limitar la libertad de movimiento de las personas al margen de las restricciones en vigor a nivel nacional. Salvo excepciones, las personas que viven en estas zonas no podrán abandonarlas, y a las que no tengan allí su residencia se les prohibirá la entrada”.
Las excepciones se aplicarán a desplazamientos por trabajo o estudios, cuidados de personas o animales, visitas médicas ineludibles, acudir a bodas y otras razones de causa mayor. La Policía controlará en los límites de los distritos los viajes. Los ciudadanos tendrán que poder demostrar que están acogidos por alguna de las excepciones. Si la Policía no tuviera suficientes efectivos para llevar a cabo los controles, podrá pedir ayuda al Ejército, anunció Blatný.
El ministro de Salud anunció una obligación más para los habitantes de estas áreas.
“Las personas de estas zonas también tendrán la obligación de llevar, como mínimo, mascarilla quirúrgica o FFP2 dentro de cualquier espacio público cerrado, transporte público, o cualquier espacio público en el que haya menos de dos metros de separación entre dos personas”.
Los gobernadores de las regiones afectadas han recibido con alivio las medidas. De momento se desconoce si en los próximos días se podría aplicar el cierre perimetral a otros distritos. El de Náchod, adyacente a Trutnov, estuvo cerca de sumarse a la lista, dada su preocupante evolución epidemiológica, pero de momento, seguirá con las mismas restricciones que la mayor parte del país.
Unas restricciones, sin embargo, que dependen en su mayor parte de que este jueves se apruebe la prolongación del estado de emergencia en la Cámara Baja del Parlamento. El primer ministro, Andrej Babiš, se marchó el miércoles a Serbia en un viaje criticado incluso desde el mismo Gobierno, dejando a sus ministros la tarea de intentar convencer a la oposición, que no ha dado su brazo a torcer durante las negociaciones esta semana.
De rechazarse la prolongación, este mismo domingo terminaría el estado de emergencia y podrían reabrirse todo tipo de comercios, espacios deportivos y culturales, entre otros, y no se podría limitar el número de personas que se pueden reunir. Según el ministro de Salud, pasarían apenas dos semanas hasta que la mayoría de los hospitales del país estuvieran tan saturados como el de Cheb.
El ministro del Interior, Jan Hamáček, se plantea establecer nuevas prohibiciones en tal caso, aunque cree que originaría un sinfín de causas judiciales.
Según Blatný, al estado de emergencia habría que volver de todos modos en breve, pero con un alto coste extra, “y no solo de dinero”, dijo.