El fin de los plásticos de un solo uso

Foto: EKM-Mittelsachsen, Pixabay / CC0

Dos años tiene la República Checa, al igual que los demás países comunitarios, para introducir la prohibición de los plásticos de un solo uso en su legislación. Así lo establece la normativa del Consejo de la Unión Europea.

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Richard Brabec,  foto: Archivo del Ministerio de Medio Ambiente
El propósito de Bruselas de proteger el medio ambiente ha marcado un nuevo avance en forma de la prohibición del uso de plásticos desechables como platos, pajitas, cubiertos y vasos, entre otros productos. Después de largos meses de debates, el Consejo de la Unión Europea acordó que este tipo de productos debería desaparecer del mercado comunitario en un par de años, lo que posteriormente fue aprobado por el Parlamento Europeo. Esos productos deberán ser sustituidos por otros alternativos a la vez que ecológicos.

En reacción a la nueva normativa comunitaria, Chequia está dando ya los primeros pasos para cumplir los requerimientos de Bruselas. Varias compañías comenzaron a evitar el uso de plásticos no reusables. Como explicó el ministro checo de Medio Ambiente, Richard Brabec, la medida es necesaria, pero no se trata de una declaración de guerra a los plásticos en general.

Foto: Hans Braxmeier,  Pixabay / CC0
”No se trata de combatir los plásticos en general. Pero en el momento cuando subordinamos nuestras vidas a los plásticos de un solo uso y hay un enorme sobreconsumo de estos, lo que lamentablemente ocurre hoy en día, debemos intervenir. O sea, debemos detener el sobreconsumo de los plásticos no reusables”.

De acuerdo con el ministro, la tarea consiste ahora en explicar a los ciudadanos qué deben hacer con los paquetes vacíos de papas fritas o las envolturas para dulces por ejemplo. De suma importancia resulta igualmente promocionar la separación de cartones de leche, vasos desechables y colillas de cigarrillos por ejemplo, que son residuos que no se reciclan.

La directiva prohíbe también el uso del plástico PET, aunque en este caso la situación es un poco más complicada. De aquí a 2025 los países comunitarios deberán garantizar el reciclaje del 77% de las botellas de plástico, y dos años más tarde el 90%. Uno de los caminos para conseguirlo sería la introducción de un impuesto redimible a las botellas plásticas para que los ciudadanos se acostumbren a recogerlas y devolverlas para poder ser recicladas.

Soňa Jonášová,  foto: Archivo del Instituto de Economía Circular
En la República Checa se logra reciclar actualmente el 60% como máximo de las botellas de plástico. Según sostiene Soña Jonášová, directora del Instituto de Economía Circular, una recolecta y entrega más masivas de las botellas de PET ayudaría tanto al medio ambiente como a la economía.

”Paradójicamente, el plástico PET es un material de gran valor. Si termina como basura en la naturaleza le hace daño a esta porque no se descompone, al tiempo que es una gran pérdida desde el punto de vista económico. Es porque a diferencia de otros materiales plásticos, el plástico de PET tiene un cierto valor”.

En el caso de las botellas plásticas por tanto los países comunitarios deberán garantizar que a más tardar en el año 2030 al menos una tercera parte de esas botellas sean fabricadas de plástico reciclable.