Después de salir del contenedor, las botellas PET viajan hasta tres meses antes de ser recicladas
Con cierta regularidad, diferentes instituciones estatales exhortan a la población a participar en campañas de reciclaje. En el caso de las botellas PET y residuos plásticos, el Ministerio del Medio Ambiente quiso descubrir cuál es el destino final de dichos envases.
A todos nos ha ocurrido que deseamos tirar botellas plásticas y el contenedor amarillo destinado a estos residuos está repleto, no cabe ni un alfiler. Muchas personas se han preguntado cuál es el destino final de esos residuos.
El Ministerio del Medio Ambiente y la empresa Adastra Lab pusieron en marcha un experimento para descubrir qué pasa con las botellas después de salir de los contenedores.
En declaraciones a la Televisión Checa, Petr Blabla, de Astra Lab, ofreció pormenores sobre el experimento.
“Colocamos dispositivos camuflados dentro de cien botellas que después pusimos en los contenedores amarillos y les seguimos el rastro por todo el país”.
El resultado final del experimento sacó a la luz que una quinta parte de las botellas fue reciclada, el 40% llegó a las líneas de clasificación, donde deberían encontrar un nuevo uso, pero el 12% terminó en vertederos. Los investigadores no ocultaron su sorpresa al descubrir que muchas de las botellas aparecieron en un prado, en una gasolinera y en una casa particular.
El Ministerio baraja la idea de aplicar una normativa para que los envases PET sean retornables y así reducir la cantidad de botellas que terminan en los vertederos.
La idea ha sido criticada por los gobiernos regionales, las empresas dedicadas al tratamiento de residuos y por la Cámara de Comercio, según dijo su vicepresidente Tomáš Prouza.
“Las personas se han acostumbrado a depositar los residuos en los contenedores de colores y cambiar eso puede significar que la gente deje de reciclar. Semejante paso no ayudará al funcionamiento del sistema”.
Los detractores de la idea ministerial, sostienen que la medida elevará los costes y no evita que las botellas retornables acaben en los vertederos.
Para el ministro del Medio Ambiente, Petr Hladík, el experimento para rastrear la ruta de las botellas demostró que son muchas las que no llegan a las empresas de reciclaje.
“A pesar de que la ley lo prohíbe, muchas botellas terminaron en vertederos. Incluso después de tres meses de salir de los contenedores los envases todavía no habían sido aprovechados. El Ministerio está interesado en lograr un reciclaje efectivo, que de algo viejo se obtenga algo nuevo”.
El Ministerio del Medio Ambiente, asegura que un sistema de depósito para las botellas PET podría ayudar a mejorar las cosas. Sería posible conocer la cantidad exacta de botellas que se venden en el mercado checo y averiguar cuántos envases se devuelven en buenas condiciones para ser reutilizados y cuántos pasarían a las líneas de reciclaje.