El Estado checo reducirá los subsidios a los refugiados ucranianos
La llamada Ley Ucrania 5, pondrá fin a la ayuda concedida por el Estado checo a algunos de los refugiados ucranianos de los llamados hogares solidarios. A partir del 1 de julio muchos refugiados tendrán que cubrir los gastos de alojamiento con sus propios medios.
Con la Ley Ucrania 5, las personas que estén en Chequia menos de 150 días recibirán un subsidio humanitario que corresponde al ingreso mínimo vital, es decir, 200 euros. A todos los que se queden más tiempo les será concedido solo el mínimo existencial, que son,130 euros.
No obstante, la ley aplica nuevamente el concepto de grupos vulnerables que tendrán derecho al alojamiento gratuito. En este grupo entran niños, personas mayores, estudiantes, madres con hijos menores de seis años o personas discapacitadas. El resto de los refugiados perderán este derecho, recibiendo solo el subsidio humanitario que incluye el subsidio para la vivienda. Sin embargo, en el momento que declaren ingresos, por ejemplo, de 400 euros en el caso de una persona que viva sola, perderán la ayuda del Estado checo. Y cabe destacar que el precio de un albergue en la capital checa oscila entre 340 y 400 euros al mes.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, se reunieron en Praga representantes de varias ONG checas para debatir a qué llevará la nueva Ley Ucrania. De acuerdo con Matěj Šulc de la Organización para la Ayuda a los Refugiados, la nueva directriz fomentará el trabajo ilegal.
“Las personas dejarán de declarar sus ingresos, es decir, trabajarán de manera ilegal. Alguien que gane, por ejemplo, 600 euros declarará cero porque no tendrá ningún contrato. Así recibirá el subsidio, será capaz de pagar un alquiler comercial, será capaz de cuidar de su familia. El riesgo de todo eso es que sea explotado en el trabajo. A su vez, la situación no beneficiará ni al Estado porque del trabajo ilegal no se pagan tributaciones”.
La misma preocupación la comparte la directora de la Asociación para la Integración y la Migración, Magda Faltová. Según destaca, la nueva ley amenazará la estabilidad del alojamiento y un hogar estable es un punto clave para la educación, el trabajo y la sensación de seguridad. Muchas familias ucranianas ya consiguieron vivir en alquileres comerciales y de manera individual, no obstante, sin la ayuda estatal tendrán que volver, en muchos casos, a los hogares compartidos. A su vez, existe un gran peligro de que mucha gente se quede sin techo.
“Los hogares solidarios perderán el subsidio y creo que ese es el mayor problema. Las personas que ya vivían de manera individual volverán a casas compartidas y esto significa un paso atrás en la ruta de integración. Para nosotros esto es uno de los mayores dolores. Nosotros creemos que el Estado debería motivar a las personas para que abandonen los hogares subvencionados, pero no tenemos la certeza de que tendrán suficiente tiempo para establecerse”.
Añade Faltová que el hecho de obtener subsidios estatales puede ser cuestión de alimentar o no alimentar a los hijos por lo que, seguramente, mucha gente votaría por el trabajo ilegal.
“La tendencia será: ‘Con ingresos bajos, mejor voy a trabajar sin contrato para obtener el subsidio. Porque si tengo un ingreso relativamente bajo, ya no puedo alcanzar la ayuda estatal y mi problema es alimentar a los hijos, no es que me vaya a comer a un restaurante, es que no voy a tener para comprar comida’”.
Al debate sobre los subsidios concedidos los refugiados ucranianos por Chequia contribuyó también Masha Volynsky, coordinadora jefe de la organización AMIGA, especializada en servicios psicológicos y sociales vinculados a la sanidad. Volynsky advirtió de que muchas personas en la sociedad checa tenían una idea errónea de la distribución de los subsidios puesto que los datos publicados siempre contienen la cantidad de dinero que cada persona puede obtener y no la cantidad exacta que verdaderamente recibió.
“Muchos o la mayoría de los refugiados ucranianos no quieren recibir subsidios, ellos no están acostumbrados a eso en Ucrania. Mucha gente que hacía cola en las Oficinas de Empleo el año pasado decía: ‘Yo no quiero eso, pero tengo que alimentar a mis hijos’. Muchos refugiados también decían que podían solicitar el subsidio y que les sería concedido pero pensaban en sus compatriotas que lo necesitaban más, no querían abusar de eso teniendo al menos algún ingreso”.
La aprobación de la Ley Ucrania 5 se debe a las medidas de ahorro asumidas por el Gobierno checo que se encontraba también bajo una presión generada en las regiones checas que administraban hasta el momento la vivienda de emergencia. Según Magda Faltová, la necesidad de ahorro por parte del Gobierno es comprensible, por otro lado, parece que no hubo mucha reflexión sobre las consecuencias de la nueva directriz y la cuestión es si la continuación del sistema de subvenciones establecido el año pasado, al final, no saldría más barato que la nueva ley.