Las ayudas a los refugiados no alcanzan ni para un albergue en Praga

Los refugiados de Ucrania en la RCh

El Gobierno checo aumentará las prestaciones humanitarias a los refugiados desde este viernes como compensación por el fin del alojamiento de emergencia gratuito. Las ONG, sin embargo, insisten en que la subida es insuficiente para poder vivir.

Foto ilustrativa: René Volfík,  iROZHLAS.cz

A partir de septiembre de 2024, el alojamiento se proporcionará solamente a los recién llegados durante los tres primeros meses en la República Checa. Con el fin de facilitar la renta de un alojamiento regular a los miles de refugiados ucranianos, por ejemplo, el Gobierno checo ha aprobado el aumento de las prestaciones. En julio de 2024, el Ministerio del Interior registró a más de 362.000 personas con protección temporal, de las que 97.000 reciben prestaciones humanitarias y 66.000 pertenecen a un sector vulnerable que incluye niños, mujeres embarazadas, ancianos o discapacitados. Las personas vulberables recibirán una prestación mensual por un importe de aproximadamente 230 euros, mientras que los demás obtendrán alrededor de 160 euros. Sólo pueden recibir la prestación humanitaria los hogares de refugiados con ingresos inferiores al nivel mínimo de subsistencia y un costo de vivienda establecido.

Andrea Krchová, del Consorcio de ONGs que Trabajan con Migrantes, advirtió para la Radio Checa que dicho importe no cubrirá las necesidades básicas de la mayoría de los refugiados.

Andrea Krchová | Foto: Kateřina Cibulka,  Český rozhlas

“El objetivo de este cambio es que la gente abandone los albergues y encuentre una vivienda normal en apartamentos. Desgraciadamente, la cantidad de gastos que entra en el cálculo de la prestación humanitaria no es suficiente, por ejemplo, ni siquiera para un albergue en Praga, donde las cantidades rondan entre 280 y 360 euros. Esto significa que la gente no tendrá ni siquiera lo mínimo para vivir después de pagar el albergue”.

De acuerdo con Krchová, las personas necesitadas probablemente puedan pagar su alojamiento, pero se quedarán con escasos recursos para cubrir las necesidades básicas. Las personas mayores representan el grupo más problemático. Aun cuando reciban la prestación más alta, se quedarán con apenas 120 euros, un importe insuficiente para cubrir el coste de la vida.

Barreras lingüísticas

En cuanto a la integración en la sociedad checa, los refugiados generalmente afrontan barreras lingüísticas y, por tanto, desempeñan trabajos poco cualificados y mal pagados, prosigue Krchová.

Oficina de Inmigración | Foto: Karolína Burdová,  Český rozhlas

“Nos gustaría que se produjera algún tipo de milagro, y que se ofreciera a esas personas apoyo lingüístico, no sólo de tipo básico, sino quizá también centrado en su trabajo, para que puedan buscar realmente aquello para lo que han venido a la República Checa. También vemos un gran problema en el hecho de que algunos niños sigan sin ir a la escuela. No puedo darles una cifra, porque está cambiando siempre de forma realmente significativa, pero si un solo niño no va a la escuela, sigue siendo un problema, porque significa que se les está excluyendo mucho de la sociedad checa”.

El tercer problema se vincula a los jóvenes que, o bien no han podido acceder a la enseñanza secundaria por su nivel insuficiente de la lengua checa, o bien han tenido que dejar la escuela antes de tiempo precisamente porque tienen que mantener económicamente a sus familias y empezar a trabajar.

Autores: Petr Král , Dominika Bernáthová | Fuente: iROZHLAS.cz
palabras clave:
audio

Relacionado