Con la llegada de niños ucranianos pueden faltar plazas en las escuelas checas

Los niños de refugiados ucranianos en la escuela

Si todos los niños de refugiados ucranianos ingresan en las escuelas al principio del próximo año escolar, en Praga podrían faltar 2800 plazas en los colegios. La situación en los preescolares sería aún más crítica.

Más de 300 000 refugiados ucranianos han llegado a la República Checa desde el inicio de la guerra en busca de un lugar seguro para vivir, ya sea de manera temporal o permanente. En más del 40% de los casos se trata de menores de edad, según indican los datos del Ministerio del Interior.

Los niños de refugiados ucranianos en la escuela | Foto: René Volfík,  Český rozhlas

La estrategia del Gobierno ha sido incorporar cuanto antes a los niños de los refugiados a las escuelas. De acuerdo con los datos disponibles, para el 7 de abril, alrededor de 26 500 menores de Ucrania se habían inscrito en escuelas checas. Mientras que en algunas regiones como Morava-Silesia sí hay plazas suficientes para acogerlos, otras localidades se enfrentan a potenciales problemas.

El Ministerio de Educación reporta que, a nivel nacional, se encuentran disponibles alrededor de 150 500 plazas en las escuelas primarias y 12 900 en los parvularios. No obstante, notablemente en Praga y las regiones de Karlovy Vary y Liberec, la situación podría complicarse con el nuevo año escolar.

Un estudio realizado por la agencia PAQ Research estima que en Praga podrían faltar 2800 plazas en los colegios en septiembre. En el caso de los preescolares, la situación podría ser aún más crítica, según detalló uno de los autores del análisis, Štěpán Kment, para la Radio Checa.

Štěpán Kment | Foto: Matěj Skalický,  Český rozhlas

En Praga, si se inscribieran a partir de septiembre todos los niños de refugiados ucranianos de entre 3 y 5 años, nos faltarían 2370 plazas. Los datos indican que alrededor de sesenta microrregiones puede enfrentarse a problemas de capacidad”.

El análisis parte de la suposición de que ingresaran a las escuelas todos los niños registrados en la República Checa en edad de escolarización obligatoria. Para hacer frente a la situación, se plantea Kment si el Estado no debería ofrecer a las familias en alojamiento provisional que se trasladen a localidades donde la capacidad de los centros educativos sea mayor. Al mismo tiempo, no obstante, advierte que los administradores de las escuelas no pueden contar con que el Estado se encargue de resolver el problema trasladando a las personas, sino que deben buscar soluciones adicionales.

Una de las posibilidades que se ofrecen, según Kment, sobre todo en las grandes ciudades, es usar autobuses para transportar a los alumnos a escuelas más o menos lejanas dentro del casco urbano que cuenten con capacidad libre. En el caso de los parvularios, podrían construirse espacios provisionales o contratarse maestros ucranianos de preescolar que colaboraran con el personal checo, indica el experto.

Los niños de refugiados ucranianos en la escuela | Foto: Václav Plecháček,  Český rozhlas

En base al análisis realizado, la agencia recomienda asimismo que el número de alumnos refugiados se limite al 20% por clase y escuela. La razón es doble. Además de la barrera lingüística, los niños ucranianos en muchos casos aún tienen que procesar el trauma de lo que tuvieron que vivir desde la invasión rusa, por lo que requieren más atención y cuidados por parte de pedagogos y psicólogos escolares.

El segundo motivo se desprende de un estudio realizado hace algunos años que sugiere que alrededor del 10% de los padres tiene algún problema con que sus hijos tengan compañeros extranjeros. En consecuencia, algunos pueden decidir cambiarlos de escuela, y eso hay que prevenirlo, afirma Kment.

Los niños de refugiados ucranianos en la escuela | Foto: René Volfík,  Český rozhlas

“Si los niňos refugiados se concentran en una escuela, es posible que esta empiece a segregarse. Y esto puede tener un efecto en los padres de la mayoría checa. Pueden tener la sensación de que la escuela ya no se dedica lo suficiente a sus hijos o que se está convirtiendo en una escuela ucraniana”.

Se trata de un fenómeno demográfico que se conoce ‘white flight’, o fuga blanca. Es un término que se originó en Estados Unidos en la década de los 1950 y 1960 y que describe la migración de zonas urbanas racialmente mixtas hacia zonas étnicamente más homogéneas.

De acuerdo con Kment, en Chequia tal situación podría ocurrir a medida que vaya disminuyendo la solidaridad con los llegados de Ucrania. Al mismo tiempo, los padres querrán asegurarse de que la calidad de la educación que están recibiendo sus hijos sea la misma que antes de la guerra.

Algunas familias planean regresar a Ucrania

El ministro de Educación, Petr Gazdík, afirmó anteriormente que, en caso de ser necesario, la capacidad de las escuelas podría incrementarse en 9530 plazas para los parvularios y 35 257 en el caso de los colegios. La capacidad se incrementaría sobre todo en las regiones de Bohemia Central y Moravia-Silesia.

Petr Gazdík | Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas

Mientras se busca una manera de acomodar a los niños recién llegados de Ucrania, las escuelas checas están registrando también una tendencia opuesta, afirma el ministro.

“Algunas escuelas reportan que los padres ucranianos están disculpando a sus hijos de las clases checas para que tengan tiempo para asistir a las clases en línea ucranianas. Tienen miedo de que sus hijos no reciban sus certificados de notas en Ucrania”.

Según afirma Gazdík, su cartera está trabajando en coordinar el asunto a nivel institucional, de manera que la educación que los refugiados reciban en Chequia, sea aceptada por el sistema educativo ucraniano.

“Los padres confían en que la guerra terminará en las próximas semanas, ellos podrán regresar y los niños recibirán sus notas en Ucrania. Estamos en contacto con el Ministerio de Educación ucraniano, y este ha sido muy complaciente hasta la fecha, considerando lo extraordinaria que es la situación, y parece que debería ser posible”.

La República Checa ha otorgado más de 300 000 visados especiales a refugiados desde la invasión. De acuerdo con el ministro del Interior, Vít Rakušan, el número de los recién llegados de Ucrania se ha estabilizado.

Autores: Iva Vokurková , Romana Marksová
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