El calentamiento global no preocupa mayormente a los checos
Los checos consideran que el calentamiento global de la Tierra no representa un problema significativo en la actualidad, al tiempo que reconocen que no poseen información suficiente sobre el tema. Así se desprende de una reciente encuesta del Eurobarómetro sobre la postura frente al cambio climático.
La mayoría de los checos, el 55 por ciento, rechaza que los cambios climáticos puedan representar un serio problema, además, el 50 por ciento considera que el cambio climático no es culpa del ser humano.
Martin Bursík, ministro del Medio Ambiente, afirma que muchas personas se identificaron con la postura del presidente de la República Checa, Václav Klaus, quien no cree en el cambio climático y niega que el desarrollo industrial pueda tener influencia negativa sobre éste.
“Cuando se habla en la República Checa del calentamiento global, me da la impresión de que la mayoría de la gente considera el tema sin importancia e, incluso, no reconoce la propia existencia del cambio climático”, señaló Bursík.
Según el eurobarómetro, los checos son los más escépticos respecto al calentamiento global de la Tierra entre todos los europeos.Cyril Svoboda, ministro sin cartera en el Gobierno checo, considera que los ciudadanos de este país muestran generalmente poco interés por saber lo que sucede en otras partes del mundo.
“Los checos se preocupan poco de lo que ocurre fuera de las fronteras de su país. Dedican atención a lo suyo, personal, pero los problemas globales no les interesan”, afirma Svoboda.
La pasividad de los checos frente a temas globales no se justifica, según los especialistas, con la falta de información. Cuatro de cada diez europeos están mal informados sobre los cambios climáticos, pero otras naciones se preocupan por ese tema. Los habitantes de Chipre, Grecia y Eslovenia consideran el calentamiento global como el problema más grave de la actualidad. A su vez, más del 50 por ciento de los checos rechaza que los cambios climáticos puedan representar un serio problema.Para el 56 por ciento de los checos el problema número uno de la actualidad es el terrorismo internacional, según el Eurobarómetro. Una postura semejante la adoptan los búlgaros y los británicos. Para el resto de la Unión Europea los problemas más graves son la pobreza, la falta de alimentos y agua potable, así como el calentamiento global de la Tierra y los cambios climáticos.