Ministro portugués: “La no acción en el cambio climático nos costará más que hacer algo”
Tenemos que olvidarnos de la premisa de que una vida mejor equivale al consumo de combustibles fósiles. Ello significa buscar otras fuentes de energía y nuevos modelos de vida. Así opina el ministro de Medio Ambiente de Portugal, Francisco Nunes Correia, que participó la semana pasada en la reunión informal de los ministros medioambientales de los Veintisiete en Praga y en el castillo de Křivoklát. Radio Praga conversó con él en esa oportunidad.
“Brasil tiene la corresponsabilidad con el clima y muchos países de América Latina lo ven como líder en ese campo”. Así responde Francisco Nunes Correia cuando le preguntamos acerca del futuro acuerdo sobre el cambio climático en la cumbre de Copenhague, que se celebrará en diciembre próximo. Ese fue el tema principal de la reunión en la República Checa.
“Creo que Brasil se siente comprometido con este proceso, igual que la mayoría de los países menos desarrollados. Naturalmente ellos piensan que su responsabilidad no es la misma que la de los países más desarrollados, como la Unión Europea, EE.UU., Canadá, Australia. Sin embargo, entienden que todos tienen que mostrar en la práctica que quieren avanzar en este tema. El ministro de Brasil me visitará en dos semanas y vamos a conversar mucho sobre ello”.
En cuanto a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono se refiere, el ministro de Medio Ambiente portugués apuesta por la energía renovable. En Portugal debería alcanzar el 42 por ciento del consumo energético total, un objetivo por encima del compromiso de la UE. Mirando las emisiones producidas por el transporte, que por ejemplo en la República Checa en los últimos veinte años casi se triplicaron, Nunes Correia confía en la revolución tecnológica, por ejemplo, en los automóviles eléctricos, cuya venta comercial está anunciada para 2011.
“Hay sectores importantes a escala mundial, como la gestión de bosques. Si ayudamos a los países menos desarrollados a gestionar bien sus bosques será una contribución importante para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Es necesario actuar en todos los frentes, naturalmente respetando las economías y las expectativas de la gente acerca del estándar de vida”.
En cuanto a la energía nuclear en la Unión Europea existen todas las opiniones y el debate está abierto. Francisco Nunes Correia, igual que su homólogo checo, Martin Bursík, rechaza la energía nuclear.
“Naturalmente, hay un lobby importante a favor de la energía nuclear porque es una industria importante. Ellos afirman que puede ser una solución para las emisiones de CO2. Sin embargo, se pagaría un precio importante por ello. En primer lugar, todavía no está resuelto el problema del almacenamiento de los residuos nucleares. Con respecto a los riesgos, la situación es mucho mejor que hace veinte años, sin duda, pero los riesgos persisten y existe una resistencia psicológica de la gente con respecto a las plantas nucleares.
En pequeñas economías, como la portuguesa, desempeña un papel importante el precio de la construcción de una planta nuclear. Algunos expertos dicen que la construcción de la planta forma sólo la mitad del precio, porque también es necesario hacer adaptaciones y cambios en la red eléctrica porque una planta nuclear es una fuente fuerte de energía. Entonces, tenemos que ser muy cuidadosos al estimar el coste de la energía nuclear.
Tomando esto en consideración, en Portugal insistimos en la energía renovable y el uso eficiente de la energía. Pensamos que es suficiente para los próximos decenios. Esperamos que el ser humano encuentre otras fuentes de energía como la fusión nuclear que es más segura que la energía nuclear corriente. Si podemos asegurar buenas fuentes de energía para dos o tres decenios es probable que mientras tanto encontremos otras fuentes de energía”.
La República Checa todavía no tiene una estrategia para la adaptación al cambio climático. Portugal tiene previsto aprobarla antes de fines de este año. “Hace pocos años cuando hablamos del cambio climático hablamos del problema de las futuras generaciones. Ahora es el problema de nuestra generación”, advierte Francisco Nunes Correia.
“En los próximos veinte, treinta años vamos a enfrentar estos problemas y serán mucho más serios. El elemento clave es incluir el cambio climático en la gestión de todos los sectores, energía, transporte, fuentes de agua, agricultura. Portugal está afectado por la inestabilidad de las costas, el mar entra diez, veinte metros al año en el interior, así que vamos perdiendo la tierra”.
Los ministros de Medio Ambiente hablaron también sobre la necesidad de involucrar a la ciudadanía para que sea capaz de vivir con el cambio climático. Nunes Correia está de acuerdo.
“Yo creo que cuando tenemos grandes sequías, como en 2005, o grandes inundaciones, la gente dice sí, éste es el cambio climático, tenemos que hacer algo. Pero cuando llega la hora de pagar algo por eso la gente vacila. Necesitamos ilustrar a los políticos para que expliquen a la gente que necesitamos hacer algo ahora para evitar problemas más tarde. Está demostrado que el coste de la no acción es mucho más alto que el coste de hacer algo”.