El armero checo que sorprendió a los productores cinematográficos extranjeros
Lo que comenzó siendo un pasatiempo, llevó a Jiří Kadlec a convertirse en el armero más solicitado de Chequia para producir piezas para conocidas producciones de cine.
Cuando Jiří Kadlec se unió a un grupo de esgrima antigua en Checoslovaquia a finales de la época comunista, se dio cuenta de que no tenía armas históricas a su alcance. Este fue el impulso que llevó a un grupo de aficionados a aprender a fabricar sus propias armas.
Los años de experiencia no solo han hecho que Kadlec se haya convertido en un buen armero, sino que hoy en día junto a sus compañeros de esgrima antigua en la asociación Merlet posee una de las empresas de producción y alquiler de armas históricas más importantes de la República Checa.
En una entrevista para la Radio Checa, Jiří Kadlec habló sobre sus inicios en este sector y su inesperada conversión en uno de los mayores expertos del país.
“En 1987, no mucho antes de la Revolución de Terciopelo, me inscribí en una asociación de esgrima antigua y empecé a practicar esta actividad, tenía unos 16 años. Como no era posible comprar nada de eso, tuvimos que empezar a fabricarlo nosotros siguiendo el método de ensayo y error. Y a mis compañeros les interesaron las cosas que hacía y querían comprármelas. Después, en 1993 me encontraba en una encrucijada, y no sabía si hacerme soldado profesional e ir a la antigua Yugoslavia o dedicarme profesionalmente a la fabricación de armas. Al final, elegí el camino de armero”.
Su taller se encuentra en Opatovice nad Labem, una pequeña localidad en el este de Bohemia. Pero su fama ha superado con creces las fronteras checas y ahora es el armero más solicitado por las producciones cinematográficas que aterrizan en el país.
El conocimiento histórico de Kadlec es amplio, pues debe satisfacer las necesidades de clientes que necesitan armas de diferentes épocas. Por ejemplo, cuando se trata de obras de teatro o de películas, es de vital importancia que las piezas sean fieles al periodo que se está representando.
“En esencia, me dedico a fabricar armas y armaduras, pero no solo de la Edad Media. Hago desde la época romana hasta el final de la guerra de los Treinta Años, más o menos. Principalmente, se trata de armas blancas, aunque a veces también fabrico armas de fuego para películas. Y en Praga tengo una tienda de alquiler de armamento para teatro y para cine”.
Lo que vemos en la gran pantalla no siempre es lo que parece, apunta Kadlec. Según el armero, hay importantes diferencias entre las armas que vende a coleccionistas y las que hace para películas. Estas producciones priorizan sobre todo la facilidad para ser manejadas por los actores, al mismo tiempo que ganan en seguridad al utilizar materiales menos peligrosos.
“Mis mayores clientes son los grupos de esgrima antigua, los coleccionistas, o grupos que quieren armas para colecciones de época en castillos. Para las películas, las armas que hago son diferentes, principalmente por el material. Porque en el cine se utilizan armas de aluminio o de duraluminio, o incluso para las escenas de doblaje se usan a veces armas de bambú”.
Las guerras husitas, que tuvieron lugar en Bohemia durante la primera mitad del siglo XV, son el periodo favorito de Jiří Kadlec. Tiene, por lo tanto, un conocimiento bastante avanzado respecto a las armas de la época y a cómo se desarrollaban estratégicamente esas batallas.
Kadlec resalta que todavía existen mucho mitos sobre el ejército husita. Por ejemplo, que luchaban sin armadura o que su arma más característica era la maza. Más bien al contrario, el ejército husita encontraba entre sus mayores ventajas el hecho de saber luchar defensivamente y utilizar armas de tiro para disparar desde lejos.
LEA TAMBIÉN
“Las armas más características de los husitas fueron las armas de fuego. Cualquier forma de cañón, incluidos cañones de mano y pistolas de la época”.
Seguro que sin saberlo han podido apreciar las obras de este armero checo en más de una ocasión, pues sus armas y armaduras han aparecido en películas como Los miserables, Juana de Arco o en series como Los tres mosqueteros.
El mundo de la cinematografía aprecia Chequia, y no solo por sus paisajes y sus precios, sino también por la calidad de los profesionales que colaboran con el sector, entre los que destacan armeros como Jiří Kadlec, pero también iluminadores, diseñadores y expertos en vestuario.
Según datos de 2018, la industria del cine en el país supone algo más del 1 % del PIB.