Echa a andar el tren nocturno entre Praga y Bruselas
Al avión le ha salido un interesante competidor entre Praga, Países Bajos y Bélgica con un nuevo tren nocturno que asegura un viaje cómodo, descansado e incluso económico.
El pasado martes, poco antes del mediodía, llegó a la capital checa el primer tren de la empresa European Sleeper uniendo Bruselas y Praga. De la capital belga había salido casi a las 19:30 horas del lunes y a su destino final debería haber llegado antes de las 11. Los actos especiales del viaje inaugural tuvieron la culpa del retraso, pero en total, en la primera colaboración internacional de Ferrocarriles Checos con una iniciativa privada, se trata de una conexión de unas quince horas y media con paradas en ciudades como Berlín, Ámsterdam o Amberes, entre otras.
El ministro de Transportes checo, Martin Kupka, celebró la llegada del tren a la Estación Central de Praga como un momento histórico.
“Hoy abrimos un nuevo puente simbólico desde el corazón de la cultura europea al corazón de las instituciones europeas. Y creo que también podría ser el siguiente paso para el renacimiento de los trenes nocturnos en toda la Unión Europea”.
Chris Engelsman, cofundador de la empresa European Sleeper, destaca que, además de transportar a personas de un lugar a otro, viajar en tren es romántico, un tiempo de relax y disfrute. Y los trenes nocturnos también ofrecen descanso y, en muchos casos, hasta un ahorro al no tener que pagar la noche de hotel.
La línea Praga-Bruselas no es la primera que abren. De hecho, ya funcionaba de Bruselas a Berlín, y lo que han conseguido ahora es extenderla a Chequia. No duda que esta forma de viajar de noche es una gran alternativa al avión.
“Estamos trabajando en una red de líneas nocturnas, por lo que realmente tenemos ambiciones europeas. Creemos que faltan conexiones de tren internacionales y es lo que estamos creando. Nos especializamos en trenes nocturnos porque su alcance es mayor, se pueden recorrer distancias más largas y podemos tener un mayor impacto y competir mejor con las líneas aéreas”.
Las quince horas y media que se tarda en ir de Praga a Bruselas pueden parecer demasiadas en comparación con las menos de dos horas que se tarda en avión, pero si se piensa en la incomodidad de llegar y salir de los aeropuertos hasta la ciudad, los controles de seguridad o las esperas, y que en este tren se duerme a pierna suelta, la cosa cambia.
Jan, empleado de la Comisión Europea, después de probarlo en el viaje inaugural, tiene claro que le va a sacar bastante partido a la conexión.
“Vivo en Bruselas, pero también en Praga, y me viene muy bien este tren. Estoy bastante sorprendido por la comodidad que me encontré. Me parece una manera bastante buena de viajar. En comparación con el avión o el coche, es excelente. He dormido muy bien, solo íbamos dos personas en el cupé”.
En Chequia, el tren no solo para en Praga, sino también en Ústí nad Labem y Děčín, por lo que el director de la agencia CzechTourism, František Reismüller, animó a belgas y holandeses a venir al país con sus bicicletas, una opción que también facilita este tren, para conocer no solo Praga, sino también la naturaleza de las regiones checas.
Si se sale de Praga, a las 18 horas, después de las paradas en Dresde y Berlín, la noche ya transcurre tranquila hasta llegar a Países Bajos, donde se detiene por la mañana en ciudades como Ámsterdam, La Haya y Rotterdam. En Bélgica todavía para en Amberes antes de llegar a Bruselas a las 9:30, una hora aún buena para ir al trabajo, o para aprovechar todo el día conociendo la ciudad.