Dos millones de checos viven en el extranjero
Más allá de las fronteras de la República Checa viven unos dos millones de checos o sus descendientes que decidieron residir en países cada vez más lejanos.
Un significativo número de checos reside en Ucrania desde finales del siglo XIX, de acuerdo con informaciones de la Televisión Checa (ČT). Se estima que entonces abandonaron el país rumbo a Ucrania unas 16.000 personas.
Les atrajo la posibilidad de adquirir tierras arables con grandes facilidades y una importante exoneración de impuestos. Recibieron garantías oficiales de que podían enseñar el idioma materno a sus hijos y que se respetaría su religión.
Un siglo después las condiciones empeoraron desde el punto de vista económico y político, además muchas familias se vieron afectadas por la tragedia de la central nuclear de Chernóbil de 1986.Los lazos con la tierra de sus antepasados lleva a las nuevas generaciones a identificarse con Chequia y muchos se dedican a estudiar el idioma, tal como indicara la antigua profesora de checo en Brasil, Markéta Pilátová.
“En Mato Grosso del Sur enseñé checo a los descendientes de los trabajadores de la empresa de calzado Baťa, mientras que en Río Grande del Sur dí clases a los llamados bohemios, que son checos-alemanes que llegaron a Brasil a principios del siglo XIX”.
Para las nuevas generaciones el aprendizaje del idioma checo cuenta con un elemento muy importante, que es la motivación de hablar la lengua de sus antepasados, aseguró Pilátová.“El excepcional interés por la República Checa y por el idioma de por ejemplo, sus abuelos, se convierte en una gran motivación que ayuda durante el aprendizaje”.
Muchos checos residen también en países más cercanos como Eslovaquia, Alemania, Austria y Francia, entre otros.
Un número creciente de expatriados checos se encuentra en Estados Unidos, se dice a manera de broma que en Chicago vive el mayor número de checos después de Praga y Viena.Entre los checos o descendientes de checos de proyección internacional destacan la antigua Secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, el cirujano plástico, Bohdan Pomahač, y el astronauta Eugene Cernan.