Confederación de ex presos políticos checos cumple 25 años de existencia
Intimidación, persecución y cárcel sufrieron miles de personas durante el régimen comunista checoslovaco entre los años 1948 y 1989. Los antiguos presos políticos crearon una institución que trata de ayudar a mantener vivo el legado de los que se enfrentaron al comunismo y buscar la rehabilitación de muchos luchadores por la democracia y la libertad.
El arzobispo de Praga, cardenal Dominik Duka, fue uno de los miles de ciudadanos checos perseguidos durante el comunismo. Entonces se le prohibió ejercer como sacerdote, fue encarcelado y obligado a trabajar en una fábrica. El cardenal dedicó oraciones y bendijo los actos conmemorativos que tuvieron lugar este martes en Praga.
El vicepresidente de la Confederación, Leo Źídek, recordó que durante el comunismo en Checoslovaquia, entre los años 1948 y 1989, el régimen persiguió y encarceló injustamente a unas 250.000 personas, entre ellas jóvenes estudiantes como fue en su caso.“Fui acusado de alta traición, pero lo único que yo quería era estudiar y ser libre. No acepté la ideología comunista, por lo que me impidieron terminar el bachillerato. Traté de huir del país para estudiar en Alemania, pero me detuvieron y condenaron a 8 años de prisión”.
Leo Źídek asegura que su caso no fue nada excepcional durante el comunismo, muchas personas fueron asesinadas y otras murieron durante los interrogatorios o debido a las difíciles condiciones de las cárceles administradas por la dictadura del proletariado.
La Confederación de Antiguos Presos Políticos reúne en la actualidad a unos 1.200 miembros. Se trata de una institución que vela por la rehabilitación de los combatientes contra el comunismo, denuncia los horrores de la dictadura y realiza actividades de denuncia en caso de atropellos contra la libertad y la democracia.Sus miembros declaran que no son un club de ancianos apáticos. Disponen de suficiente autoridad moral para respaldar u oponerse a diferentes manifestaciones políticas.
Los antiguos presos políticos rechazaron un galardón que les quería otorgar el presidente de la República, Miloš Zeman, porque para ellos resulta incompatible aceptar un reconocimiento de una persona que en el pasado mantuvo vínculos con el Partido Comunista, indicaron entonces.