Comprarse un apartamento es un lujo
Para la mayoría de los checos disponer de una vivienda propia se torna un sueño que, debido a su alto coste, difícilmente se hará realidad.
Ahorrar dinero suficiente para poder comprarse un apartamento es muy problemático en Chequia para un ciudadano corriente. Una persona con salario medio tiene que trabajar 11 años y tres meses para juntar la suma necesaria para una vivienda de aproximadamente 70 metros cuadrados, sostuvo Daniel Horñák, especialista hipotecario de la compañía Chytrý Honza.
”Si hablamos por ejemplo de un apartamento de tres cuartos en Praga, cuyo precio llega a entre 195 000 euros y 232 000 euros y, de acuerdo con la nueva directiva tendría que tener ahorros propios del 20% del precio de la vivienda para poder pedir una hipoteca, su salario tendría que ser bastante elevado. Concretamente entre 1500 euros y 1700 euros como mínimo. Para una familia joven con hijos pequeños y la mujer en baja de maternidad ese ingreso es inalcanzable”.
De acuerdo a un reciente estudio de la consultora Deloitte Property Index 2018, en comparación con otros países europeos los habitantes de Chequia deben trabajar mucho más tiempo para comprarse un apartamento. Además, la situación en el mercado de la vivienda en Chequia empeoró durante el último año, recalcó Petr Hána, de la compañía consultora Deloitte.
”Esto depende de la cantidad de nuevas construcciones y del desarrollo de los precios de los inmuebles. En el caso de la República Checa hay que tener en cuenta también la regulación de los precios de las viviendas por parte del Estado, los altos impuestos, así como el cada vez más prolongado proceso de aprobación de las obras de construcción. Cuando se juntan todos estos factores, el resultado es que el mercado de viviendas llega a ser insuficiente”.
La baja oferta lleva al aumento de los precios de la vivienda y los ciudadanos que buscan un apartamento a un precio aceptable se encuentran en un callejón sin salida.
La accesibilidad de las viviendas en Chequia es peor incluso que en el Reino Unido, donde los precios de los inmuebles se consideran los más altos de Europa. Sin embargo, en ese país un ciudadano debe trabajar 10 años para poder comprarse un apartamento o una casa, mientras que un checo más de 11 años. La mejor situación, según el estudio de Deloitte, se registra en Bélgica donde el precio de una vivienda responde al ingreso medio obtenido en menos de cuatro años de trabajo.
Los analistas advierten que en Chequia las condiciones para adquirir una vivienda seguirán empeorando, debido a las nuevas normas para la concesión de hipotecas que entraron en vigor el primero de octubre. Se prevé que aproximadamente un 20% de los solicitantes de hipotecas no serán capaces de cumplir los requisitos para su concesión. Los economistas indican además que los precios de los inmuebles continuarán creciendo, aunque a un ritmo menos acelerado que el año pasado.